Punto muerto en el conflicto de los profesores universitarios

El aplazamiento hasta el próximo lunes de la entrevista que los adjuntos y los profesores no numerarios de universidad iban a mantener ayer con el subsecretario de Universidades e Investigación, señor Cobo del Rosal, prolonga hasta la próxima semana la tónica de paralización casi total de la actividad docente en los colegios, escuelas y facultades universitarias.

Dichas entrevistas se han postergado, según informó Europa Press, con objeto de que en las mismas pueda estar presente el titular del departamento, señor González Seara, que ayer tuvo que asistir a la reunión del Consejo de Ministros.Los paros en los centros universitarios se deben a diversas reivindicaciones profesionales y económicas, sobre las que ha venido informando a EL PAÍS a lo largo de la presente semana.

En similar compás de espera se encuentra el conflicto que protagonizan los profesores de formación profesional de los centros que dependen del Instituto Nacional de Empleo. El paro en estas escuelas se inició el pasado miércoles y ayer afectaba ya, según informaron fuentes de FETE-UGT, al 80% de las mismas.

Los secretarios generales de UGT y CCOO, señores Redondo y Camacho, han solicitado una entrevista al subsecretario de Trabajo, señor Harguindey, a quien desean expresar la preocupación de sus respectivas centrales por los problemas del personal docente de las escuelas profesionales que dependen de dicho departamento ministerial. Fundamentalmente, los profesores exigen que se cumplan las promesas del Ministerio sobre aumentos salariales. Asimismo, el Grupo Socialista en el Congreso ha presentado una interpelación al Gobierno en torno a este problema.

De otro lado, y en relación con el conflicto de las escuelas de formación del profesorado de EGB, la comisión permanente de la Universidad Autónoma de Madrid hizo pública ayer una declaración en la que manifiesta su preocupación por la situación de estas escuelas, «consecuencia de la ambigua política del Gobierno en relación con la planificación educativa del país, que está hipotecando la formación de los niños españoles».