Se calcula en un 75% la participación en las elecciones británicas
Con tiempo frío y soleado, nieve en el norte de Inglaterra y Escocia y drásticas medidas de seguridad en el Ulster, los británicos acudieron a las urnas para elegir a los 635 diputados del próximo Parlamento. Trescientos dieciocho escaños es la cifra mágica de la mayoría absoluta por la que luchan laboristas y conservadores. Los resultados finales no se esperan hasta mediodía de hoy, viernes. El tardío cierre de los colegios electorales, once de la noche hora española, y el hecho de que en Inglaterra -pero no Londres- y Gales se hayan celebrado simultáneamente elecciones locales, prolongará algunas horas el recuento de los votos.
James Callaghan, Margaret Thatcher y David Steel votaron a primeras horas de la mañana. En algunos de los colegios electorales de la capital británica visitados se formaron tempranas y animadas colas. Las previsiones oficiosas apuntaban a una participación del 75%. En algunas zonas de Escocia y el norte de Gales, los votantes han desafiado hasta quince centímetros de nieve para acudir a las urnas. Varios colegios han abierto tarde sus puertas debido a dificultades de transporte.El índice de la Bolsa de Londres se ha disparado en la jornada electoral, con una subida de más de diez puntos. La libra se mantuvo firme, en 2,07 respecto al dólar. La ebullición de la City se mantuvo hasta el cierre.
Seguridad
En Irlanda del Norte 30.000 policías y soldados montaron un formidable dispositivo de seguridad para proteger los colegios electorales. A diferencia del resto del país, el recuento de votos no comenzará hasta hoy por la mañana. Las urnas han sido trasladadas a los centros de recuento en convoyes militares protegidos por helicópteros. Todo votante fue cacheado por las fuerzas de seguridad.
Un autobús cargado de explosivos fue volado en Belfast a primeras horas del día por artificieros militares. En Londonderry se produjeron dos ataques con bombas. Medidas mucho más discretas, pero perceptibles, estuvieron en vigor en todo el Reino Unido. Las circunscripciones por las que presentaban miembros del Gobierno o políticos con conexiones irlandesas han estado patrulladas por policías armados.
Las sombras del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y del Ejército Nacional de Liberación Irlandés (INLA) planearon sobre la jornada. La víspera, James Callaghan prometió en televisión una nueva iniciativa política para el Ulster si su partido vuelve al poder. El viceprimer ministro de
Eire recogía ayer el guante al declarar que el próximo inquilino de Downing Street tendrá «una oportunidad histórica» para desbloquear la situación de Irlanda del Norte.
El impacto de las elecciones generales ha anulado por completo la repercusión de las municipales, cuyos resultados finales se conocerán probablemente a última hora de la tarde de hoy. Las dos papeletas, blanca para las elecciones parlamentarias y gris para las locales, eran depositadas por los votantes en la misma urna. No se registraron dificultades derivadas de esta novedad en el sufragio.
Ayer tarde el periódico Evening Standard publicaba la última encuesta, pocas horas después de que se abriesen los colegios, favorable a los conservadores. Los cinco últimos sondeos dan favoritos a los tories, pero sin una mayoría sustancial.
Hoy quedará despejada la incógnita de si Margaret Thatcher entrará en la historia europea de la postguerra como la primera mujer que accede a dirigir un Gobierno en Europa y, por supuesto, en Gran Bretaña.
Aun cuando la señora Thatcher no ha llegado todavía al 10 de Downing Street, las feministas ya comenzaron a lanzarle duras críticas. En un mitin en Finchley, un grupo de jóvenes gritó a la candidata tory: «Queremos los derechos de la mujer, no a mujeres de derechas. »
De todas formas, un prudente optimismo conservador era perceptible ayer tarde después de que en los últimos días diferentes órganos informativos insinuaran la posibilidad de que los laboristas renovasen su mandato. La propia Margaret Thatcher afirmó ayer que su partido superaría al labour por veinticinco o treinta diputados.
Y todo lo anterior bajo un despliegue policial idéntico al que se produjo con motivo del jubileo real de Isabel II en 1977 En esta ocasión hay un policía por cada veinte votantes.
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