Confuso atentado frustrado contra el primer ministro iraní
Según testigos presenciales, tres hombres intentaron asesinar ayer al primer ministro iraní, Mehdi Bazargan. El hecho habría ocurrido poco antes de las once de la mañana de ayer, cuando el jefe del Gobierno salía del hospital del que partía el cortejo fúnebre del general Gharani, asesinado el día anterior.
Personas presentes en el lugar de los hechos afirmaron que tres hombres se acercaron al coche en el que iba el primer ministro. Todo parecía indicar que querían decirle algo. Mientras tanto, Bazargan había subido ya a su vehículo y se disponía a marchar al cementerio en el que habrían de celebrarse las exequias del general Gharani. Un soldado del Ejército del Aire que formaba parte de la escolta se dirigió a los tres hombres. Uno de ellos consiguió escapar. A los otros dos se les ocupó, según testigos presenciales, una granada de mano y un revólver.La prensa vespertina de Teherán no recogió ayer la noticia. Sin embargo, a las tres de la tarde el viceprimer ministro y portavoz del Gobierno, Amir Entezam, se apresuró a desmentirla. Sin que pudiera mediar ninguna otra causa, los funerales que tendrían que haberse celebrado en el cementerio fueron suspendidos.
La República Islámica del ayatollah Jomeini parece pasar por malos momentos. A la ininterrumpida serie de problemas con las minorías étnicas de la periferia y a las disensiones con otros importantes líderes y grupos religiosos y políticos amenaza añadirse ahora una larga ola de violencia y atentados.
Gharani, acusado de torturador
Según decía ayer el periódico matutino Ayandegan, un misterioso grupo llamado Farghan, ha reivindicado el asesinato del generalGharani, Farghan, existe clandestinamente desde hace un año y medio y se autodefine como«apolítico, islámico y justicíero». En el comunicado en el que reivindicaba el atentado acusaba a Gharani de ser responsable de las recientes matanzas de kurdos y de haber actuado como torturador durante el antiguo régimen. Según los observadores, esta segunda acusación-formulada entonces por algunos miembros de la izquierda- fue la que le hizo dimitir el pasado 27 de marzo como jefe del Estado Mayor de la aún recién estrenada República Islámica.Nadie es capaz de definir con exactitud a Farghan. Unos afirman que se trata de un grupo fantasma, que trata de radicalizar al régimen iraní, que desde la pasada semana parecía comenzar a ceder frente a algunas reivindicaciones de las minorías étnicas y de la oposición laica.
Para otros, Farghan nada tiene que ver con el asesinato de Gharani. Los miembros del comando habrían sido antiguos miembros de la SAVAK (policía política del sha) que comienzan a reorganizarse y actuar con una serie de atentados desestabilizadores. También según estas mismas fuentes podrían pertenecer a una organización de familiares y amigos de los recientes fusilados.
Por último fuentes de la izquierda laica nos declaraban anoche que el general Gharani estaba preparando la formación de una milicia especial. Según estas fuentes había sido el secretario para Asuntos de la Revolución y hombre fuerte del régimen doctor Yazdi, que ayer dimitió de este cargo por pasar al Ministerio de Asuntos Exteriores, quien había encargado esta tarea al general. Según esta versión los guerrilleros muyaijdin(socialistas islámicos) y fedayin (marxistas- leni nistas) tratarían de frenar este proyecto del radical islámico doctor Yazdi, asesinando al general.
En cualquier caso, sea cual sea la versión correcta, dos meses y medio después de la batalla de Teherán, parece vislumbrarse de nuevo un futuro incierto y violento.
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