La feria de San Isidro, más corta y selectiva

A menos de un mes de la fecha de comienzo de la feria de San Isidro, aún no están hechos los carteles. Se espera de la nueva empresa un cambio importante en su organización, por supuesto, con clara mejoría en lo que se refiere a la calidad de las combinaciones de toros y toreros. Los aficionados tienen su opinión y casi todos quisieran una feria más corta y más selectiva, según se refleja en las entrevistas que hemos realizado con representantes de las peñas «Los de José y Juan» y «Andanada», el diputado Pablo Castellano, el concejal Eduardo González Velayos, y el popular aficionado «del 7» Felipe de Santiago.

MANUEL SUJA.

Vicepresidente de la peña Los de José y Juan

La peña taurina Los de José y Juan es quizá la de más solera de cuantas hay en Madrid. Su vicepresidente se pronuncia por una feria más corta o con festejos más espaciados que lo que se ha hecho hasta ahora: «Quien más, quien menos, ha de ir a trabajar y ese atragantón de veinte corridas, una detrás de otra, agota a cualquiera. En este inminente abono ha de cuidarse mucho el ganado; que vengan las ganaderías de más prestigio, como Victorino, Pablo Romero y Miura. En cuanto a espadas, nos gustaría ver a toreros de arte, como Paula y Curro Romero, y de valor, como Ruiz Miguel. También esperamos que se programen dos o tres novilladas con las jóvenes promesas. Pero lo que más nos gustaría es que sustituyeran en todo o en parte esta feria interminable y contraproducente por las tradicionales corridas de los jueves, con triunfadores en Las Ventas y otras plazas.»

ANTONIO SANCHEZ PLAZA

Presidente de la peña Andanada

Antonio Sánchez Plaza es socio fundador y presidente de la peña Andanada, que ha surgido de la popular e influyente andanada ocho de Las Ventas. Piensa que todos los toreros deben tener su oportunidad: «Quisiéramos que a la feria vinieran todos los toreros que están capacitados para actuar en Las Ventas. Los que son figuras, dos tardes; los demás, una. En cuanto a las ganaderías, que estén las mejores, pero siempre sobre la base del toro auténtico. Nos sentiríamos felices si todas las corridas son como los murubes del pasado domingo. Finalmente, aprovecho para decirle a Canorea que no nos gusta la corrida de rejoneadores, y si se empeña en montarla, que sea un domingo por la mañana, como hace en Sevilla, y verá cómo la plaza se le llena de niños.»

FELIPE DE SANTIAGO.

La «voz» del tendido siete

Felipe de Santiago, comercial electromédico, abonado desde hace treinta años en el tendido siete de Las Ventas, es el aficionado más popular de aquella localidad y uno de los más notables de todo el coso: «Sólo deben venir los diestros con categoría y con ganaderías de prestigio, cinqueñas. ¿Que aquéllos piden mucho dinero? Pues que se les pague, es lo justo. Pero insisto, que toreen cínqueños. No debe estirarse el abono a más espectáculos de los que admita el plantel de toreros y divisas con que contamos. Pero, además, la empresa debe contar con los aficionados para confeccionar los carteles, pues ya está bien de que los organizadores sólo atiendan sus intereses particulares.»

EDUARDO GONZALEZ VELAYOS.

Concejal electo por UCD del Ayuntamiento de Madrid.

«Creo que San Isidro no debe ser la feria de las oportunidades, sino que debe venir lo mejor de lo mejor. Si sólo hay cuatro figuras de verdad, pues que se les contrate para muchas tardes, pues lo que queremos los buenos aficionados es ver grandes faenas. Hay que volver a lo de antes, cuando las figuras repetían una y otra tarde, y la feria se configuraba exclusivamente con estos diestros y las más firmes promesas. En cuanto al toro, sólo pido que traigan el que no se cae, el que tiene fuerza y trapío digno de Las Ventas.»

PABLO CASTELLANO.

Diputado del PSOE por Cáceres

Pablo Castellano es uno de los aficionados con más solera de Las Ventas (va a los toros desde niño), se pronuncia por una participación activa de los aficionados: «En lo esencial, esta feria de 1979 no va a tener ninguna diferencia respecto a las anteriores, pero a mí me gustaría que en su organización participaran los aficionados, a través de peñas taurinas y comisiones populares, dentro de un ayuntamiento y una diputación democráticos. Tal como está concebida actualmente, la feria es el negocio concreto de unos determinados señores; algo totalmente ajeno a la fiesta. Lo importante ahora, por tanto, es cambiar la estructura del espectáculo, recuperar la feria como fiesta popular y que la gestionen los aficionados.»