Los Oscars de Hollywood actualizan este año el dramático conflicto de Vietnam
"El cazador" y "Regreso a casa", películas más premiadas
Mientras catorce manifestantes eran detenidos en la puerta del centro musical de Los Angeles, al exteriorizar ruidosamente su oposición a la película The deer hunter (El cazador), por el tratamiento dado en la misma a los guerrillero del Vietcong, el filme recibía cinco premios, entre ellos de mejor, película del año y de mejor director. Por su parte, Jane Fonda ganaba su segundo Oscar (el primero lo consiguió en 1971, por Klute), como mejor actriz principal, por su trabajo en Coming home (Regreso a casa), otra película sobre la guerra de Vietnam y sus secuelas en la vida norteamericana, que había motivado al estrenarse las protestas de los sectores más conservadores. John Voight, que interpreta en esta película al inválido opuesto a la guerra, consiguió su primer Oscar, como mejor actor principal. En total, los 3.500 miembros de la Academia de Artes y Ciencia Cinematográficas de la «fábrica de sueños» concedieron ocho estatullas a las dos películas sobre la gue rra de Vietnam, cinco para El cazador y tres para Regreso a casa. Ninguno de los dos filmes ha entusiasmado precisamente a lo críticos, que en su mayoría los han catalogado de mediocres, y los dos han levantado protestas por su aproximación a la guerra de Indochina. Pero los dos han ido bien en los ingresos de taquilla, y la decisión, más que discutible, de la Academia de Hollywood quizá tenga exclusivamente un interés sociológico y en absoluto artístico. Se calcula que 350 millones de personas siguieron por televisión, dentro y fuera de Norteamérica, la larga ceremonia de concesión de los Oscar, presentada este año por una figura muy popular en la tele visión estadounidense, Johnny Carson. Entre centenares de caras famosas e invitados de rigurosa etiqueta, los telespectadores pudieron constatar el peso que aún ejerce sobre Estados Unidos la guerra de Vietnam.
Jane Fonda, que utilizó el lenguaje de los sordomudos, mientras agradecía la concesión del premio, calificó Coming home como una película «importante» que era necesario hacer. Desde luego, fue una ironía que correspondiera anun ciar el premio a John Wayne, que había hecho Boinas verdes, una película bien diferente sobre la intervención norteamericana en Indochina.
Después de su segunda operación de cáncer, un John Wayne demacrado, pero sonriente, recibía un cariñoso tributo de los asistentes a la ceremonia, puestos en pie. El «duque», como se le conoce en los medios cinematográficos, es uno de los actores más populares y queridos de Norteamérica y ello quedó patente el lunes por la noche, aunque el ultraconservador Wayne no debía sentirse muy confortable junto a la progresista Fonda.
El gran perdedor de la noche fue Warren Beatty, que, sin duda, esperaba unas cuantas estatuillas para su película Heaven can wait (El cielo puede esperar), que sólo obtuvo una, la de mejor dirección artística. Beatty, que iba acompañado por la actriz Diane Keaton, tuvo que soportar desde el patio de butacas los piropos de su hermana, Shirley McLane, a quien le correspondió anunciar el premio de Jane Fonda.
Néstor Almendros, que saludó en castellano a todos los espectadores hispanoparlantes, consiguió un bien merecido Oscar por su fotografía en Days of heaven (Días felices), un melodrama sin mayor trascendencia.
El premio a la mejor película extranjera se concedió a Preparez vos mouchoirs, titulada en Espafía ¿Quién quiere ser el amante de mi mujer?, de producción francesa y dirigida por Bertrand Blier.
Superman, el gran éxito de taquilla del año, obtuvo sólo un Oscar especial, por sus efectos visuales. Entre la «pedrea» de premios menores se repartieron estatuillas a Muerte en el Nilo (mejor vestuario), El expreso de medianoche (mejor guión adaptado y mejor banda sonora), California suite (mejor actriz secundaria para Maggie Smith) y La historia de Buddy Holly (mejor adaptación musical).
Entre los Oscars especiales destacaron los concedidos a Laurence Olivier, por su contribución al arte cinematográfico; al director King Vidor, por el conjunto de su obra, y al creador del Pájaro Loco y otros dibujos animados, Walter Lantz, por «haber llevado la sonrisa y la alegría a cada rincón del mundo».
Ingrid Bergman, que figuraba como favorita al Oscar de mejor actriz principal, por su trabajo en Sonata de otoño, se quedó también sin premio, como se quedó Woody Allen, que había sido nominado como mejor director, por Interiores, pero que no era, desde luego, un favorito. El premio lo obtuvo el desconocido director de El cazador, Michael Cimino.
Por lo demás, la noche fue pródiga en celebridades que salieron al escenario a presentar nominaciones y anunciar candidatos. Desde Raquel Welch a Lauren Bacall, pasando por Cary Grant, Christopher Reeve (Supermán), Sammy Davis Jr., Shirley McLane, Yul Brynner, Gregory Peck, Mia Farrow, Natalie Wood, Audrey Hepburn, Olivia Newton-John, Krisk Kristopherson y un largo etcétera, coronado por la primera aparición pública de John Wayne después de su operación de cáncer de estómago hace un año.
Babelia
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