"Intentamos hacer un cine al margen del sistema habitual de producción

En el cine Alexandra, de Madrid, y acompañando al largometraje Lisztomanía, de Ken Russell, se ha estrenado el cortometraje Café, amor y estereofonía, dirigido por Miguel Polo. Se trata de su primer filme como director, si bien, antes, ha trabajado como microfonista en todas las producciones de Elías Quejereta a partir de Cría cuervos... y ha sido jefe de sonido directo en Tigres de papel, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste y Los restos del naufragio. La película ha sido realizada por el colectivo La Mota Negra en régimen de cooperativa.

«Somos un equipo de gente profesional que intentamos hacer un cine al margen del sistema habitual de producción -declara Miguel Polo-. Queremos planteamos este tipo de trabajo con una continuidad y lo ideal sería llegar algún día a trabajar únicamente en nuestras propias producciones de una forma autogestionaria, sin ningún tipo de patrón... En principio realizaremos algunos cortos, ya que esto está aún en su fase de lanzamiento, pero proyectamos realizar un largometraje este año. Café, amor y estereofonía lo rodamos por nuestros propios medios y después buscamos un coproductor para la fase de acabado, laboratorio, copias, etcétera, que fue la productora Brezal, que ha realizado algunos cortos como Seguros en la calle o El gabinete del Dr. Angustias. »Miguel Polo es el responsable del guión, la dirección y el sonido del corto, la imagen es de Paco Femenia, y los protagonistas son Félix Rotaeta y Carmen Maura. Café, amor y estereofonía es una comedia de construcción bastante clásica sobre un loco de la estereofonía y la alta fidelidad.

Montaje clásico

«Se trataba de encontrar una historia que te sirviera para aprender a manejar unas herramientas, dirigir unos actores, mover una cámara... La planificación es ortodoxa y el montaje clásico. Sólo una vez que dominas estos medios puedes plantearte la heterodoxia. Para mí ha sido casi una práctica de escuela. Yo pertenezco a la primera promoción de la rama de Imagen de la facultad de Ciencias de la Información. Todavía me queda una asignatura. Entré allí creyendo que iba a ser como la Escuela de Cine, pero con nivel universitario. Estuve allí hasta que me aburrí, que fue muy pronto. A partir de segundo no fui ni un solo día a clase, me limitaba a presentarme a los exámenes y a trabajar como técnico de sonido, primero como ayudante de mi padre y después por mi cuenta. En cuanto me atasqué con una asignatura lo dejé. Coincidió que fue en quinto, pero igual podía haber sido en primero. No merecía la pena perder tiempo estudiando aquellas paridas. »Café, amor y estereofonía ha sido uno de los diez cortos que han recibido el premio de Especial Calidad del Ministerio de Cultura, dotado con 250.000 pesetas. Los otros cortos premiados son: Carmen 3.º G, a salto de mala, Ay, qué ruina, Una historia, Irrintzi, Ticket, La fiesta de los locos, Último encuentro: historia urbana y Gnochi l´inconformista.