Suspense parapsicológico
La furia es el quinto filme de De Palma que se estrena en España y su undécimo largometraje, ya que toda su obra anterior a Hermanas (Sisters, 1973) nos es desconocida.Pues bien, La furia es el mejor de los cinco filmes de De Palma que conozco, el más perfecto, el menos incoherente. Su argumento podría en principio parecer disparatado. Una supersecreta agencia estatal americana utiliza a superdotados, a personas con poderes mentales especiales para espionaje y otra serie de trabajos. Dicha agencia rapta, utiliza, exprime y, finalmente, elimina y recambia a sus singulares víctimas. Este argumento podría, en principio, parecer ciencia-ficción. Sin embargo, hace unos días, este periódico publicaba una curiosa noticia: en los años cincuenta, la CIA estudió la posibilidad de utilizar individuos con poderes de recepcion extrasensorial para el espionaje. Así, pues, parece que De Palma no hace futurismo.
La furia (The fury)
Director: Brian De Palma. Guión: John Farris, basado en su propia novela. Fotografía: Richard H. Kline. Música: John Williams. Intérpretes: Amy Irving, Kirk Douglas, John Cassavetes, Carrie Snodgress, Charles Durning, Andrew Stevens y Fiona Lewis. Norteamericana 1978. Local de estreno: Proyecciones
La furia contiene el sofisticado suspense, y el extraño romanticismo de Fascinación (Obsessione, 1975) y algunos elementos de Carrie, 1976: historia de una venganza, poderes mentales, etcétera. En cierta forma, La furia es una summa de estas dos películas, a las que complementa y perfecciona. También es la historia del amor imposible y telepático de dos jóvenes, Robin y Gilliam. Los poderes e ambos son la psicometría. Se trata de un grado de poder mental superior a la telekinesia, a la cual incluye, que ya utilizó De Palma en Carrie. Esto de los poderes mentales está de moda, pues Kubrick ha rodado una adaptación de Insólito esplendor, de Stephen King -autor también de la novela en que se basaba Carrie-, en la que un niño posee el esplendor, es decir, visiones de futuros desastres.
La furia es el hermoso nombre de la brutal venganza de la protagonista, venganza que, mientras en Carrie era larga y excesiva, toda la película estaba montada en base a ella, aquí es breve y contundente. De Palma consigue crear el misterio desde la primera secuencia. Mantiene nuestro interés a base de sembrar continuas falsas pistas -lo que Hitchcock llamaba Mac Guffin- paralelas a la acción central. La furia es, por el momento, la mejor película de ese género en que De Palma parece haberse especializado, que es el suspense parapsicológico, género que le es propio y que suele propiciar su tendencia a los excesos, tendencia que, en esta película, parece haber limado considerablemente. Para bien suyo, nuestro y de los espectadores.
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