Abortar en España

En el artículo «El aborto de la mujer trabajadora» (EL PAIS, 8 de marzo), Delia Blanco y Pilar Jaime manejan unas cifras sobre el aborto en España no contrastadas en absoluto. En primer lugar, dan por sentado que se producen 300.000 abortos al año, «según las cifras oficiales». Esa cifra ya tópica procede de la Memoria del fiscal del Tribunal Supremo en 1974, donde aparece como posible estimación, sin explicar el procedimiento de cálculo. Tal cifra redonda no es ningún dato oficial, pues, como ha declarado el director general de Salud Pública, «es imposible en la actualidad cuantificar el fenómeno» (EL PAIS, 23-X-77). Tampoco parece verosímil, pues en tal caso en España se produciría un aborto por cada dos nacimientos, índice muy superior al de países donde el aborto es libre y gratuito, como Suecia (uno por cada tres nacimientos). o Estados Unidos (uno por cada cuatro).Más adelante afirman que «de las 3.000 mujeres que mueren cada año en, España por aborto provocado no sabemos casi nada». Si quieren saber un poco más pueden consultar el Anuario Estadístico Español, donde comprobarán que en 1975 murieron por cualquier tipo de causa 5.677 miujeres, comprendidas entre los quince y los 44 años.

De ser cierta la cifra que mencionan resultaría que el aborto clandestino se cobró más víctimas que todas las demás causas de muerte juntas, suposición bastante descabellada.

Por último, las autoras se preguntan si para la legalización del aborto en España «tendremos que esperar a dramáticas coyunturas como la de Seveso», ciudad italiana que sufrió una grave contaminación por un escape tóxico de dioxina. Este accidente provocó una insistente campaña de los partidarios de legalizar el aborto, quienes aseguraron que las mujeres embarazadas de Seveso darían a luz niños con monstruosas malformaciones. Cuarenta madres atemorizadas recurrieron al aborto. Mil cuatrocientas apostaron en cambio por la vida, y no se equivocaron: sus hijos nacieron sin malformaciones