Aparente lentitud en las negociaciones UCD-CDC para la investidura de Suárez

La decisión del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, de no acudir al voto de investidura mientras que no tenga asegurados los votos favorables de alguna de las minorías regionalistas, y la aparente lentitud con que se desarrollan las negociaciones a este respecto con Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) parecen ser los principales obstáculos para que se fije concretamente la fecha en la que habrá de tener lugar dicho acto.

El secretariado de CDC hizo pública ayer una nota en la que afirma que en los últimos días la prensa ha difundido informaciones contradictorias respecto a la postura que este partido adoptará de cara al voto de investidura. «CDC advierte que cualquier información al respecto es totalmente gratuita ya que ningún órgano directivo del partido ha tomado una decisión, ni a favor ni en contra, ni lo hará mientras que no se hayan cubierto los trámites constitucionales pertinentes.»Convergencia Democrática de Cataluña ha dejado abierta la puerta a un eventual apoyo al presidente Suárez pero, según las fuentes centristas consultadas por EL PAIS, sus dirigentes no desean hacer pública su decisión final, antes de que se celebren las elecciones municipales. Fernando Abril, vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, encargado por Adolfo Suárez de llevar a cabo las negociaciones con la minoría catalana, intenta acelerar el posible compromiso a fin de que la investidura del presidente de Gobierno pueda llevarse a cabo con anterioridad al 3 de abril.

La segunda opción que estudia el presidente -el apoyo de los cinco diputados del Partido Socialista de Andalucía- tropieza, en teoría, con mayores dificultades, aunque su portavoz, Alejandro Rojas Marcos, en un mitin pronunciado ayer en Granada afirmó: «Si Suárez es capaz de ofrecerle a Andalucía algo que al pueblo andaluz le merezca la pena, los parlamentarios del PSA votaremos sí en su investidura.» El s ecretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, que se encontraba ayer en Córdoba, afirmó. por su parte: «Tengo dudas de que el PSA comprometa su voto por un precio tan barato (poder formar un grupo parlamentario propio). Si el PSA vota a Suárez, es decir, a un Gobierno monocolor de derecha que no representará ninguna ventaja para Andalucía, se compromete gravemente. »

La tercera y última opción -el voto favorable del Partido Nacionalista Vasco- es todavía más problemática. Xabier Arzallus, diputado electo, declaró ayer a EL PAIS: «En principio somos partidarios de votar en contra. No tenemos ningún motivo para apoyar, de buenas a primeras, al presidente. El no ha sido hasta la fecha receptivo con el PNV y no hay garantías de un cambio de postura en el futuro.» El señor Arzallus añadió que, incluso, la abstención del PNV tendría un precio: «No tenemos ningún motivo para regalarle nada a Suárez.»

Por el momento, el presidente del Gobierno da los últimos toques al discurso programático que habrá de pronunciar antes de someterse al voto de investidura. Entre los colaboradores con que el señor Suárez ha contado para su redacción se encuentran Fernando Abril, Rodolfo Martín Villa y Rafael Arias Salgado. Los expertos de Unión de Centro Democrático siguen apoyando la interpretación reglamentaria según la cual no debe producirse ningún debate previo a la votación, sino una simple explicación de voto, mientras que los socialistas, por boca de Gregorio Peces Barba, consideran necesario ese debate previo. El señor Peces Barba afirmó ayer el hecho de que UCD adelante una fecha como probable para la sesión de in vestidura. «Es una falta de respeto a la Constitución y a la Corona, que antes ha de hacer las preceptivas consultas». Fuentes oficia les del palacio de la Zarzuela señalaron a EL PAIS que don Juan Carlos no ha fijado aún un calendario para dichas consultas «aunque esperamos que lo haga muy en breve».