Bruselas, la ciudad más descentralizada de Europa

La ciudad de Bruselas, capital del Estado belga, que celebra actualmente el milenario, ofrece, desde su fundación, un ejemplo de descentralización en la administración municipal, probablemente único en el mundo. Para algo más de un millón de habitantes existen diecinueve ayuntamientos autónomos en su gestión, excepto en algunos servicios que coordinan conjuntamente.

Al contrario que otras grandes capitales europeas. Bruselas vive un fenómeno de pérdida de habitantes que huyen de una ciudad, con barrios enteros deshumanizados por las edificación sistemática de oficinas y destrucción del marco mínimo para una vida social. La población con suficientes medios económicos se va hacia la periferia, dejando el centro para habitantes de edad avanzada o emigrantes, con las consecuencias, que se derivan de la decadencia en ciertos barrios y, la falta de recursos financieros en muchos ayuntamientos. La población actual es de 1.050.787 habitantes (de los cuales casi 250.000 son extranjeros. desde el emigrante que limpia las calles al funcionario sofisticado del Mercado Común), repartidos en las 16.178 hectáreas de los diecinueve ayuntamientos. Bruselas-municipio es sólo uno más de los ayuntamientos de la aglomeración.Los problemas globales de esta región-capital son expuestos para EL PAÍS por Jean Francis, del gabinete ministerial para los asuntos bruselenses, y por George Desir senador y alcalde de Woluwe-Saint-Lambert, uno de los diecinueve ayuntamientos de la aglomeración.

«Las elecciones municipales se celebran cada seis años en Bélgica, y cada consejo municipal es representativo del extracto político del municipio. A propuesta del consejo municipal, elegido por sufragio universal directo. se nombran los regidores y el alcalde, cuyo cargo es ratificado por el rey», explica el señor Francis.

Las responsabilidades del Ministerio para Asuntos de Bruselas son las mismas que tienen los otros dos ministerios regionales, los destinados a los temas valones o flamencos. Los bruselenses, sin embargo, se consideran desfavorecidos respecto a Flandes o la Valonia. en materia de trasvase de recursos financieros del Estado a la aglomeración de Bruselas.

«Una fusión de ayuntamientos en Bruselas contribuirá a una gestión más racional», replican en círculos políticos flamencos. Por su parte, Jean Francis recuerda que existe el Consejo de la Aglomeración de Bruselas, para coordinar una serie de acciones conjuntas:

¿Los problemas más importantes para la Aglomeración de Bruselas? «Financieros, como en todas partes», responde el señor Francis sobre todo por el crecimiento de los gastos de gestión corriente, el alto índice de fiscalidad que impide todo recurso suplementario a los impuestos, y la necesidad de hace frente a la modernización necesaria en toda gran ciudad.

Con un presupuesto anual de 1.100 millones de francos belga (unos 2.500 millones de pesetas), el alcalde de Woluwe se queja amar gamente de que «el 57% del presupuesto se va en pagas para el personal municipal; el 20%, para reembolsar préstamos, y queda un escaso 20% para verdadera política municipal». Dinero, dinero, dinero, parece ser la constante en todos los ayuntamientos belgas. Dinero, en Woluwe, para moderniza una alcaldía que data de los año treinta, cuando vivían allí la mitad de ciudadanos que ahora. Dinero para mejorar escuelas...