Reunión de editores italianos y españoles

«El Estado italiano no ejerce ningún tipo de control sobre los contenidos de los libros de texto, porque la Constitución consagra como un principio fundamental la libertad de creación y el respeto al pluralismo ideológico y cultural», declaró a EL PAIS el doctor Carlo E. Rivolta, presidente del Grupo de Editores Escolares de la Asociación Italiana de Editores.El doctor Rivolta ha participado en una reunión de editores italianos y españoles para intercambiar experiencias y tratar temas de mutuo interés, que, patrocinada por la Dirección General de Cooperación Cultural del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, se ha celebrado en Madrid ayer y anteayer.

«No hay posibilidad alguna de progreso si los Estados no respetan esos principios de libertad y pluralismo, que a mí me parecen irrenunciables», agregó el editor italiano. «En materia de libros de texto., la única intervención del Estado se reduce a señalar el número de páginas y de ilustraciones, así como el formato y características de la cubierta de aquellos textos que van a ser comprados por el propio Estado para ser distribuidos gratuitamente por medio de bonos, y esto sólo es el caso de los cinco primeros cursos de la escuela elemental.»

Son 140 los editores que en Italia se dedican al libro de texto destinado a los ciclos maternal, elemental y medio. De ellos, treinta están especializados en los textos para la escuela elemental. En el año 1977 estos editores pusieron en el mercado 3.769 títulos, con una tirada global de 34 millones de volúmenes, lo que equivale al 25% de la edición general de libros. La facturación italiana de libros de texto para los trece cursos de todos los niveles se sitúa en torno a los 17.000 millones de pesetas, de los cuales sólo 3.000 millones son los que compra directamente el Estado para los cinco cursos elementales.

Los editores disponen de una absoluta libertad para hacer los libros, a partir del conocimiento de los planes y programas de estudio señalados por el Estado, pero éste no controla los contenidos ni siquiera para comprobar si éstos se ajustan a dichos programas. La responsabilidad de seguir los programas corresponde por entero al profesor.

Del 10 al 20 de mayo las escuelas hacen públicas las listas de los libros que van a ser adoptados en el curso siguiente y los editores disponen entonces del tiempo suficiente para programar su producción.

Los libros de texto en España están sometidos a una ley de 1974 que confiere al Estado atribuciones absolutas en el control de los contenidos, si bien los responsables actuales de la Administración han hecho un uso moderado de tales atribuciones, según han manifestado en varias ocasiones los editores del sector, que desearían una legislación más liberal.

Dentro del programa de actos de estos encuentros, el embajador italiano en Madrid hizo entrega ayer de sendos premios de 100.000 pesetas; cada uno a María Esther Benítez, Angel Crespo y María Aurelia Capmany, por sus traducciones al castellano y catalán de obras clásicas y conteraporáneas italianas. Por otra parte, se ha presentado en el Instituto Italiano de Cultura una selección de novedades de la más reciente producción italiana.