Carter llegará mañana a El Cairo para ultimar el tratado de paz
Entre declaraciones oficiales de «moderado optirnismo» y especulaciones de todo tipo sobre las propuestas concretas de que es portador, el presidente Jimmy Carter llegará mañana a El Cairo para negociar personalmente los últimos detalles de un tratado de paz entre Israel y Egipto.El riesgo político que supone la iniciativa de Carter ha hecho pensar a algunos políticos norteamericanos que el presidente cuenta ya con una respuesta positiva de Anuar el Sadat a sus propuestas. De no ser así, un fracaso en la personal «diplomacia viajera» del presidente obligaría a una reestructuración de la política norteamericana en Oriente Próximo y, muy probablemente, cerraría a Carter las puertas de las elecciones de 1980.
Dos enviados del presidente, su consejero Zbigniew Brzezinski, y el embajador volante Alfred Atherton, se reunieron ayer en El Cairo con Anuar el-Sadat, para informarle detalladamente de las sugerencias norteamericanas ya aprobadas por el Gabinete israelí. El primer ministro egipcio, Mustafa Jalil, se mostró muy optimista y dijo que la firma del acuerdo de paz parece inminente.
Las propuestas norteamericanas, tan favorablemente acogidas por Israel, se mantienen en secreto y la Casa Blanca desautorizó ayer todas las especulaciones que se recogen sobre las mismas en los medios de comunicación.
La filtración menos confirmada hace referencia a las bases aéreas construidas por Israel en la península del Sinaí. Norteamérica se haría cargo de estas bases y firmaría, además, un tratado de defensa con Israel, según estos rumores.
El resto de las informaciones coinciden en señalar que las propuestas de Carter son tres y que se componen de delicados ajustes en el texto de las cartas anexas al tratado de paz, buscando que Egipto ceda en algunos puntos e Israel en otros.
El problema de la prioridad del tratado sobre otros compromisos defensivos firmados por Egipto con otros países árabes se abordaría en las propuestas mediante una fórmula negativa. Es decir, un texto adjunto reconocería que el tratado egipcio-Israelí no tiene prioridad sobre otros, pero añadiría que tampoco los otros tienen primacía sobre aquél.
En cuanto al «calendario» exigido por Egipto para que Israel conceda el autogobierno a Cisjordania y Gaza, los rumores más extendidos indican que la fórmula norteamericana consiste en que Israel se comprometa a preparar las elecciones en el plazo de un año, pero no a la celebración de las mismas.
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