Plan del Pentágono para reforzar su presencia en Oriente Próximo
El Departamento norteamericano de Defensa ha propiciado un nuevo plan para hacer patente la presencia naval de Estados Unidos en el golfo Pérsico y en Oriente Próximo mediante la creación de una pequeña flota de naves con características muy diferentes, por su tamaño reducido, a la anterior posición norteamericana en la región.Este nuevo plan es resultado de la visita reciente del secretario norteamericano de Defensa, Harold Brown, a varios países de la zona en la que se trazó un programa de intervención militar teórica de las Fuerzas Armadas norteamericanas en defensa de los intereses estratégicos de Washington.
El objetivo primordial de este nuevo programa del Pentágono, que está presionando para su adopción ante la Casa Blanca, es impedir el establecimiento de bases terrestres norteamericanas en la zona y evitar de esta forma un descalabro de todos los planteamientos de defensa de Estados Unidos en el caso de cambios de régimen similares al registrado en Irán.
Uno de los fines que, sin embargo, se consideran como aceptables por los expertos del Departamento de Defensa es convertir la isla de Diego García, en el golfo Indico, en una base de submarinos y de aviones antisubmarinos del tipo P-3, Orion, cuya misión sería desplegar una actividad de total control naval de la región. Previamente, esta base había sido una estación de control electrónico, es decir espionaje, a pesar de que recientemente se le ha dado el rango de base defensiva a todos los niveles.
El incremento de su actividad, según este plan, consistiría en dotar a la base de un portaaviones permanente, de varios destructores y diversas embarcaciones de asalto provistas de helicópteros. En estos momentos tan sólo hace falta la aprobación final de la Casa Blanca.
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