El CGV podría rechazar en bloque las transferencias concedidas por el Gobierno

De confirmarse la intención adelantada por varios consejeros del CGV de proponer al organismo preautonómico el rechazo en bloque de las transferencias acordadas por el Consejo de Ministros del martes, podría crearse una situación sin precedentes en las relaciones entre el Gobierno y el Consejo General.

El consejero nacionalista y vicepresidente de la Comisión Mixta de Transferencias, Juan José Pujana, adelantó el miércoles esta posibilidad, que fue ayer seriamente considerada por las consejerías de Cultura, Sanidad y Educación. Todas ellas coinciden en denunciar, en primer lugar, la vulneración por parte del Gobierno del procedimiento previamente acordado. Este preveía dos fases anteriores a la aprobación en Consejo de Ministros: la preceptiva consulta al CGV y la posterior negociación de los puntos de desacuerdo en la comisión mixta.Los consejeros vascos se han visto sorprendidos al enterarse «por la radio» -según la expresión de Pujana- de que el Consejo de Ministros había aprobado una serie de decretos, antes incluso de conocer la opinión del CGV, que recibió los anteproyectos tres días antes.

En una extensa nota, la Consejería de Cultura, cuyo titular es el socialista José Antonio Maturana, se sumó ayer a las impresiones manifestadas la víspera por el nacionalista Pujana, en el sentido de que «se trata de una maniobra electoralista de UCD», que pretende dar la impresión de «resolver con eficacia y de la noche a la mañana temas que se había negado a abordar en serio durante nueve meses». Maturana, tras recordar que la comisión mixta no se reúne desde el verano pasado, pese a las continuas solicitudes realizadas en tal sentido desde el CGV, se sorprende de que las materias transferidas «no tengan absolutamente nada que ver con los temas negociados y aparentemente pactados en los contactos bilaterales mantenidos con el Ministerio de Educación desde septiembre».

En consecuencia, se considera que él decreto es «inválido», tanto por cuestiones de procedimiento como de contenido, por lo que «existen razones de fondo y de forma para rechazarlo».