Juzgados y ejecutados en menos de una hora

Los cuatro principales generales del Ejército imperial del sha fueron ejecutados, alas 21.40 de anteanoche (hora española), por un piquete de milicianos revolucionarios, en la terraza de la escuela femenina que ahora sirve de cuartel general al ayatollah Jomeini, en pleno centro de Teherán.Apenas cincuenta minutos antes, los cuatro militares habían sido sometidos a «juicio sumarísimo» por un «tribunal islámico», que concluyó con un «veredicto de culpabilidad». El general Nasiri aún mostraba el rostro lleno de apósitos, que cubrían las huellas de los golpes aparentemente recibidos en el momento de su detención, el pasado fin de semana. La Radio Nacional de Teherán, que sólo ayer por la mañana informó sobre la ejecución, no dio cuenta de cómo se llevó a cabo la defensa de los generales ni de si éstos se declararon culpables o inocentes. Tras concluir el fulminante juicio, el Gobierno de Mehdi Bazargan confirmó, en menos de quince minutos, las cuatro sentencias de muerte.

Cuando los condenados fueron llevados a la terraza, el piquete ya estaba formado. Se les sentó uno a uno en sillas ya preparadas, mientras los reporteros gráficos y los cámaras de televisión registraban la escena. Los milicianos de Jomeini sostuvieron un instante ante los ojos de cada uno de los cuatro militares un ejemplar del Corán, para asegurarles -dijeron posteriormente los milicianos- «el pasaje al seno de Alá». Inmediatamente ataron sus manos a la espalda con esposas, les vendaron los ojos con paño negro, se apartaron y el jefe del pelotón dio la orden de disparar. Se oyó una sola descarga cerrada. Los cuerpos se inclinaron sobre las sillas, bajo las cuales se formaron grandes charcos de sangre, que empezó a correr por el pavimento de la terraza, Los reporteros volvieron a acercarse para tomar nuevas fotografías.

En el mismo inmueble donde se efectuó la ejecución se encuentran detenidos, en celdas cercanas a la terraza, los ex primeros ministros Shapur Bajtiar y Amir Abbas Hoveyda.