El régimen de Jomeini ejecuta a cuatro generales del sha
En lo que parece un intento de contener las protestas de los sectores izquierdistas del Ejército «revolucionario» iraní por la designación de nuevos mandos militares presuntamente comprometidos con el anterior régimen monárquico, el Gobierno de la República Islámica de Jomeini ejecutó ayer a cuatro de los principales generales del sha, tras someterlos a un «juicio sumarísimo». Sin embargo, poco después del fusilamiento, alrededor de 50.000 personas, en su mayor parte militares vestidos de civil, se concentraron en Teherán para exigir la formación de un «Ejército democrático» y protestar de nuevo por el nombramiento de los jefes militares. Jomeini hizo ayer otro llamamiento a la población para que «no se ataquen las casas particulares y no se detenga a nadie a partir de ahora sin autorización del Gobierno legal».
Los cuatro militares ejecutados -los primeros a quienes la República Islámica aplica la pena de muerte- fueron: el general Nematollah Nassiri, ex comandante en jefe de la policía secreta del sha (Savak); el general Manuchehr Khosrowdad, jefe de las brigadas de paracaidistas; el general Mahdi Rahimii, ex administrador de la ley marcial en Teherán, y el general Reza Najri, gobernador militar de Isfahan. Según la emisora oficial de Teherán, un «tribunal islámico extraordinario» los declaró culpables de «tortura, genocidio, traición a la patria y corrupción». La radio informó que las propiedades de los cuatro militares fueron confiscadas y que, a la vez, se ha ordenado investigar la situación económica de todos los ex ministros y altos funcionarios de la monarquía.El Gobierno del primer ministro, Mehdi Bazargan, ha ordenado además la confiscación de todos los bienes personales del sha Reza Pahlevi, temporalmente exiliado en Marruecos, y del resto de la familia imperial. La orden abarca los palacios, tierras, fábricas, acciones y depósitos bancarios de la familia Pahlevi en Irán. En círculos autorizados se calcula que esos bienes tienen un valor superior a los 20.000 millones de dólares.
Entre tanto, en aparente relación con las detenciones irregulares y los ataques lanzados a comienzos de esta semana contra las embajadas de Estados Unidos, Marruecos y otros países, Jomeini anunció que «los asesinos que atentan contra la vida de los ciudadanos y las leyes del Gobierno serán castigados, aunque el castigo -añadió- no debe ser administrado incontroladamente por personas irresponsables».
Nuevo llamamiento de Jomeini
Jomeini pidió también en otro comunicado a «todo el personal de las fuerzas armadas» que «se dirija a la hora habitual a los cuarteles, establecimientos de enseñanza, bases y estados mayores, dispuestos a garantizar el servicio». A su vez, la radio oficial (La Voz de la Revolución Iraní) pidió a «los agentes del orden islámico que cooperen totalmente con los mandos del Ejército».De acuerdo con una orden impartida el martes pasado por Jomeini, las huelgas iniciadas hace un mes y medio, al iniciarse la última etapa de la revolución contra la monarquía, deberán finalizar hoy, especialmente en las explotaciones petrolíferas. Pero los sindicatos petrolíferos se encuentran en gran parte bajo control de los movimientos izquierdistas, por lo que se duda de la posibilidad de una rápida reanudación del trabajo. Las autoridades se disponen a reabrir, también hoy, el aeropuerto de Teherán, por el cual probablemente se intentará este fin de semana iniciar la evacuación de los 7.000 norteamericanos que aún permanecen en Irán.
Ayer, el Gobierno de Estados Unidos hizo saber que mantendrá relaciones diplomáticas «plenas» con el nuevo régimen iraní, con lo cual Washington retira de hecho su reconocimiento al sha como jefe de Estado. La Casa Blanca presentó además una nueva protesta a la Unión Soviética por las «informaciones falsas» de Moscú.
En la madrugada de ayer se registraron en la capital violentos choques entre la milicia gubernamental y grupos calificados de «terroristas» por la radio oficial. En Tabriz, ciudad del noroeste del país, escenario de numerosos combates durante los últimos días, la situación seguía siendo confusa.
