El Gobierno de París envía 150 paracaidistas al país africano
Ciento cincuenta paracaidistas franceses llegaron durante las últimas horas a Chad «para proteger a la comunidad francesa», según explicaciones oficiales. La guerra civil que enfrenta a las tropas nacionales favorables al presidente, Félix Mallum, y a los disidentes que apoyan al primer ministro, Hissen Habre, respetaron ayer el alto el fuego decidido durante la noche anterior. Un puente aéreo establecido entre Paris y N'Dajmea (capital de Chad) comenzó ayer el repatriamiento de los europeos. Entre los numerosos muertos se contaban cuatro franceses. La situación en Chad era anoche precaria, según se estimaba en París.
El general Mallum parece ser que se encontraba refugiado en el aeropuerto de N'Dajmea desde anteanoche. El antiguo rebelde tubu, Hisser Habre, controlaba la mayor parte de la capital de Chad al final de este primer episodio de la sangrienta confrontación con las fuerzas nacionales del general Mallum.Las hostilidades se desencadenaron el lunes último, si no de manera inesperada, sí con una violencia mortífera, según confirmaron ayer los primeros repatriados llegados a la capital francesa.
En vista de la dramática situación, las poblaciones norteamericana, británica y francesa empezaron a ser evacuadas ayer. Al aeropuerto parisiense de Charles de Gaulle llegó un primer avión con 148 personas. Este sábado se esperaban cuatrocientos refugiados más. El Gobierno francés, por su parte, envió 150 paracaidistas «para garantizar la seguridad de la comunidad francesa».
París mantiene estacionados en Chad 2.000 soldados, además de cuatrocientos asesores técnicos militares integrados en el Ejército Nacional de Chad. El presidente francés, Valery Giscar d'Estaing, en su rueda de prensa de anteayer, afirmó que Francia no intervendría en el conflicto.
Sobre este punto y, en definitiva, al analizar globalmente la frágil situación actual, el papel de Francia no se estima completamente neutral. La evolución de los acontecimientos en Chad desde que, hace ocho meses, fue nombrado primer ministro el líder político del norte del país, Habre, probaría que Francia en aquel momento había decidido favorecer indirectamente la desgracia del general Mallum. Hissen Habre, que hábilmente colocó a sus hombres en los puestos claves de la Administración y conquistó a las autoridades religiosas de N'Dajmea, contó además con la falta de apoyo francés al general Mallum.
En nombre de la «no injerencia en los asuntos interríos», París enviaba armas a los guerrilleros del primer ministro porque, estas fuerzas, oficialmente, «están en período de integración en el Ejército Nacional».
Según algunos medios políticos de Chad, esta operación francesa, favorable al señor Habre, fue confirmada anteayer por el señor Giscard d'Estaing cuando declaró que la única solución para Chad sería un entendimiento entre los representantes del sur (Mallum) y los del norte (Habre), «a quienes no se les ha considerado lo bastante».
Si Francia acogió de la mejor manera el nombramiento de Habre como primer ministro fue precisamente porque vio en el tamdem Mallum-Habre la posibilidad de anudar el norte al sur y crear una especie de federación que estabilizara el país. Pero nadie, hoy, ni en Chad, ni en los países vecinos, es favorable a una federación, que, a medio plazo, estiman, conduciría a divisiones más profundas. Francia sugiere ahora una cumbre entre todas las tendencias étnicas y religiosas, incluidas las diversas fracciones del Frolinat (Frente de Liberación Nacional de Chad), pero a pesar de su influencia, y de sus intereses, también tendrían que convenir con la idea los países limítrofes, como Camerún y Niger, y los interesados, como Libia y Sudán.
