Año y medio para derrocar una monarquía milenaria
El desencadenante de la crisis iraní se produce en junio de 1977, cuando tres dirigentes del Frente Nacional solicitan el fin de la dictadura. El primer ministro Hoveyda es sustituido en agosto, después de doce años de mandato, por Dajamechid Amuzegar, en un intento de acomodar la situación. La contestación estudiantil toma cuerpo y se hace especialmente intensa en diciembre, con motivo de la visita del sha a Estados Unidos.La movilización popular se inicia con el año 1978, en res puesta a los duros ataques que la prensa oficial dedica al ayatollah Jomeini, exiliado en Irak. En la ciudad santa de Qom, el 7 de enero, se inicia la cadena de manifestaciones, que se irá extendiendo por todo el país y que ocasionará más de 10.000 muertos a lo largo de ese año. La primavera finaliza con una primera jornada de duelo nacional, convocada por los ayatollahs, que exigen la aplicación de las leyes islámicas. La oposición contra el sha comienza a adquirir un tono de nacionalismo religioso. En junio, Jomeini hace un llamamiento general al pueblo para el derrocamiento de la monarquía.
A finales de agosto, el Gobierno Amuzégar no puede resistir los graves disturbios, sobre todo, después de la explosión de una bomba en un cine de Abadán. La determinación del sha de liberalizar el régimen y el Gobierno de Charif Emani se producen demasiado tarde. A partir de este momento se inician las grandes manifestaciones por todo el país, con la participación de todas las fuerzas políticas representativas iraníes.
El 8 de septiembre, viernes negro, la intervención del Ejército ocasionó setecientos muertos y la ley marcial es decretado en todo el país por medio año. En octubre, una vez trasladado Jomeini a la capital francesa, París se convierte en el centro decisivo de la política del país.
El deterioro de la situación desemboca en el Gobierno militar de Reza Azhari, que intenta dar una salida política con la detención de personalidades políticas del régimen anterior. Pero más de dos millones de iraníes exigen la caída del sha en las calles de Teherán. Las huelgas paralizan la industria petrolífera y el país entra en un estado de crisis irreversible. El 6 de enero de este año, un socialdemócrata, Shapur Bajtiar, es encargado de formar Gobierno. El 16 de enero el sha abandona el país y después de varios días de manifestaciones en favor de una república islámica, el 3 de febrero, Jomeini llega a Teherán.
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