"Nuestra integración en la Universidad no puede calificarse como un ascenso"
«La integración de los estudios de Bellas Artes en la Universidad ha sido minimizada en algunos sectores o considerada como un ascenso por otros», manifestó en unas declaraciones a la agencia Efe el primer decano de la nueva facultad, Joaquín Guruchaga. «No hemos ascendido ni descendido. Hemos pasado a la Universidad, simplemente.»
El señor Guruchaga dijo que aunque la integración se ha producido con efectos del presente curso académico y, por tanto, con un gran retraso con respecto a lo previsto en la ley General de Educación, la Universidad Complutense apoyó en todo momento el proceso, y su actual rector, Angel Vián Ortuño, consideró esta integración como un enriquecimiento para la misma.Para Francisco Echauz, vicedecano de la facultad, la valoración de un artista la da la propia sociedad, a pesar de ser básica la aportación creadora de la cultura y del espíritu y de que, a un nivel universitario de pensamiento, añade una conciencia de vida que va más allá de las necesidades materiales de la existencia humana».
«Por esta razón -añadió el señor Echauz-, la razón de ser de una facultad de artes plásticas es la de que responda a las necesidades de los artistas en su fase de formación. En este aspecto, según el vicedecano, existe todavía una «inadecuación de la facultad como centro docente que responda a las motivaciones de las artes plásticas.»
Por otra parte, las escuelas de Bellas Artes han padecido un planteamiento erróneo al tener «el factor profesional como destino último de un centro docente», en el que los planteamientos pedagógicos podían surgir después. Esto hace que las enseñanzas artísticas superiores dependieran de la extinguida Dirección General de Bellas Artes en lugar de estar insertas en el ámbito de educación.
Las anteriores consideraciones no son obstáculo para que el decano, señor Guruchaga, afirme el reconocimiento y el recuerdo del noble origen que tuvo la Escuela Superior de Bellas Artes.
Por su parte, Fernando Cruz, también vicedecano de la facultad, afirmó que este centro, que en el presente curso tiene una matrícula de seiscientos alumnos, no podrá tener nunca un carácter masivo por impartirse en ella una modalidad de estudios «muy vocacional», circunstancia a la que los señores Guruchaga y Echauz añaden las de «la inseguridad que supone la vida de un artista y los problemas económicos y de desenvolvimiento profesional».
