_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Italia: el repliege del eurocomunismo

AL ROMPER el pacto de mayoría parlamentaria y provocar una crisis gubernamental, el Partido Comunista Italiano tiene bastantes más móviles que los que declara (la inclinación a la derecha de la Democracia Cristiana y el incumplimiento de algunos puntos básicos del «programa común»). Uno de los móviles reales es que la forma italiana de «consenso», lo que se llamó «acuerdo del arco constitucional» (entre los seis grandes partidos del Parlamento) y luego «mayoría programática parlamentaria» le está haciendo cómplice ante el pueblo del fracaso de las políticas económica y social y del voto de leyes impopulares como la de represión del terrorismo y fortalecimiento de la policía política. Otra es la inversión de la política de Estados Unidos con respecto al «eurocomunismo»: tolerado en un principio como una posibilidad de movimiento antisoviético, ha sido de nuevo bloqueado. Una primera respuesta del, PCI -que otros eurocomunistas han iniciado también con mayor timidez- es una mayor aproximación a la URSS. La segunda es la ruptura del consenso.Todo ello se hace en vísperas del XV Congreso del partido, que se celebrará en marzo. La dirección quiere construir un sólido edificio teórico y doctrinal, conseguir la unidad y presentar al militante y al elector un programa básico de restauración de Italia. Berlinguer sabe que su pretensión de que el PCI forme parte del Gobierno con alguna o algunas carteras y, en caso contrario, de que se le desligue de sus compromisos y forme parte de la oposición sólo puede tener una respuesta: no le será permitido formar parte del Gobierno. Se entregará, por tanto, a la oposición, lo cual tiene una enorme importancia porque es el segundo partido de Italia.

La crisis gubernamental va a abrir un período largo de consultas; quizá se consiga otro consenso, sin los comunistas, que a la larga fallará; quizá no. En cualquier caso, el horizonte es el de unas elecciones generales. Si el PCI se presenta a ellas con un programa claro, profundo de doctrina, como dejan ya translucir las primeras tesis presentadas, y al mismo tiempo concreto en lo que se refiere a los problemas inmediatos de Italia, tiene posibilidades de recuperar los votos perdidos y de ganar algunos más, tomados de los socialistas y de la extrema izquierda, que se había nutrido de los desencantos de la domesticidad del PCI. Esto aumentará su capacidad de presión sobre la política italiana, y quizá forzase a la DC a buscar un apoyo en los partidos de su derecha.

Dentro de un contexto más amplio, esta serie de actitudes pueden considerarse como un paso más atrás del eurocomunismo, ya marcado espectacularmente en la ruptura comunistas-socialistas en las elecciones francesas, y suavemente en los nuevos contactos con la URSS. El eurocomunismo ablandaba sus preceptos convencido de que sería admitido en sociedad. Cuando piensa que va siendo otra vez aislado, contenido, reducido y diferenciado (Berlinguer recuerda ahora que «se aviva la vieja polémica sobre la legitimidad democrática del PCI »), vuelve poco a poco a su antigua, política de defensa y de cerco.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_