La tercera edad pide mayor participación en la solución de sus problemas

España, como el resto de Europa, envejece a un buen ritmo de crecimiento. Unos cinco millones de españoles han sobrepasado los 65 años, lo que les hace enfrentarse a unos problemas específicos que en muchos de los casos emanan de la propia organización social que ha considerado hasta ahora a los ancianos como seres. marginados. Si no se encuentran soluciones a este problema, cada vez será mayor el número de «marginados» que, por otra parte, piden participación urgente en la gestión de todos los asuntos que les conciernen. En relación con este tema, José F. Beaumont recoge las conclusiones sobre la tercera edad de las recientes Jornadas sobre Familia -y Constitución y las declaraciones de Amando Roca, presidente de la Asociación de la Tercera Edad de Ámbito Nacional.

Al amparo del artículo 50 de la Constitución española, que intenta establecer la atención adecuada, tanto económica como social y cultural, a la tercera edad, se ha considerado en los últimos días este problema, tanto desde sectores administrativos, ajenos a la tercera edad, como desde los propios «mayores», que en un gran número se han asociado en diversos grupos y con distintas finalidades.En las recientes Jornadas Nacionales sobre Familia y Constitución, celebradas en Madrid los pasados días 18, 19 y 20 de enero, y a las que han asistido más de ochocientos delegados de toda España, se ha dedicado especial atención a los gravísimos problemas económicos, asistenciales y culturales que afectan al numeroso sector social de personas de la tercera edad».

Algunas de las propuestas generales de estas jornadas se refieren al capítulo de las pensiones, para las que piden una suficiencia sobre la base mínima del salario interprofesional, que deberá generalizarse a todos los casos que se encuentren en estado de necesidad independientemente de su cotización. Las cotizaciones, por otra parte, deberán ser actualizadas según módulos acordes con el coste de la vida y gozar de total exención fiscal.

En materia organizativa, de las jornadas ha salido la propuesta de que se establezcan cauces de participación de la tercera edad en la gestión de los centros y servicios y que se promocionen sus asociaciones específicas, «así como diversas fórmulas tendentes a suscitar la autosuficiencia de los ancianos y el aprovechamiento social del potencial humano que representa este sector». Establecer la geriatría como especialidad dentro de la Seguridad Social y como asignatura dentro de la medicina es otra de las propuestas emanadas de las Jornadas de Familia y Constitución. Se considera también necesaria la construcción de residencias asistenciales, con preferencia en régimen de residencia abierta, con servicios para ancianos enfermos crónicos, dando prioridad a personas solas, sin vivienda, faltos de medios. En las jornadas, por último, también se ha insistido en la capacidad de las Aulas de la Tercera Edad, promovidas desde el Ministerio de Cultura al comienzo de este curso, como «sistema moderno y eficaz de una integración real de las personas mayores en el ámbito de su propia comunidad, en la que han vivido y participado».

«Todos los esfuerzos de la Administración para resolver los problemas de la tercera edad me parecen bien -ha declarado a EL PAÍS Amando Roca, presidente de la Asociación de la Tercera Edad de Ambito Nacional y corresponsal de las Naciones Unidas para la Tercera Edad en España-, pero creo que es fundamental que la tercera edad se autorrepresente, que sus propios miembros participen en la solución de sus problemas.»

La Asociación de la Tercera Edad de Ambito Nacional, que dirige Amando Roca, cuenta en la actualidad con unos 200.000 afiliados, según su presidente. Se ha constituido «para la defensa protección e impulso de los derechos de las personas mayores de sesenta años», y se ocupará «de la creación de centros de convivencia, culturales y de asistencia social al mayor, así como de todo tipo de asesoramiento para la defensa del asociado».

El presidente de la Asociación de la Tercera Edad de Ambito Nacional cree que antes que plantearse el tema de las Aulas de la Tercera Edad se deben resolver otras necesidades más básicas de los mayores. «Por ejemplo, un nivel económico elemental y digno antes que organizar clubs culturales.