El Consejo Nacional Palestino acuerda intensificar la guerrilla

El Consejo Nacional Palestino concluyó ayer sus trabajos en Damasco, con la adopción de un programa político de «unidad nacional» y un plan de «acción militar coordinada» centrado en la intensificación de las acciones de guerrilla al interior de los territorios ocupados por Israel.

Mientras Yasser Arafat logró mantener sus atribuciones de presidente de la OLP, a cambio de algunas concesiones a los movimientos más radicales, estos últímos criticaron abiertamente la política de normalización con Jordania, aceptada por la mayoría de los 270 miembros del Consejo.

Dos elementos significativos traslucen de la XIV sesión plenaria del Consejo Nacional Palestino: la imposibilidad de los participantes para modificar la composición del comité ejecutivo, favorable a Arafat, y el desacuerdo entre los «moderados» del movimiento Fatah y los más intransigentes, encabezados por las formaciones que dirigen Georges Habache y Nayef Hawameth, sobre la normalización palestino-jordana.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina, de Habache, y el Frente

Democrático para la Liberación de Palestina de Hawameth, no consiguieron imponer sus delegadIos en el comité ejecutivo, que se mantendrá con los mismos quince hombres que lo formaban antes de la referida sesión. Según Hawameth, Arafat puso «condiciones inaceptables» para la admisión de representantes del FDLP en el comité, mientras Habache aseguraba que su organización seguirá esforzándose para «democratizar» las estructuras dirigentes de la OLP.

Frente jordano

En sustancia, las dos organizaciones extremistas condenan la «moderación» de Arafat hacia el presidente egipcio Anuar el Sadat y critican el carácter «mesiánico» del presidente de la OLP, a la vez que dudan de los resultados prácticos que pueda aportar la normalización de lazos con la monarquía jordana.La OLP se propone negociar con Amman la utilización del frente jordano para sus operaciones de guerrilla. Según

fuentes bien informadas, en Jordania se halla estacionado un batallón del Ejército de Liberación Palestino, compuesto por mil hombres, y la OLP trata ahora de incrementar sus efectivos.

En el aspecto político, el Consejo rechazó el llamado «plan de autonomía» para las poblaciones palestinas de Cisjordania y Gaza, apoyado por el ejecutivo norteamericano e integrado en los acuerdos de Camp David. También ha sido rechazado el principio de la implantación de los palestinos en el seno de ciertos países árabes, por considerarla como una tentativa de asimilación destinada a borrar el carácter específico del pueblo palestino.

Al margen de estas resoluciones nose espera que todas las formaciones que integran la resistencia actúen, ahora, de una forma unificada, en el ámbito militar, debido a las diferencias que separan a sus dirigentes y que no pudieron ser eliminadas en Damasco.