Todo el territorio de Rodesia, bajo la ley marcial
La práctica totalidad del territorio rodesiano está desde ayer bajo la ley marcial, como consecuencia de lo que todos los observadores coinciden en señalar como una desesperada situación militar. La decisión del Gobierno interino de implantar el toque de queda en otros quince distritos sigue a la incorporación a filas obligatoria de cuatrocientos jóvenes negros y a la movilización de todos los hombres blancos entre cincuenta y 59 años para cooperar en las tareas de seguridad.
Este último «ejército de vetera nos» será empleado algunos días cada mes en la vigilancia de zonas urbanas, que se han convertido en los últimos meses en el blanco preferido de las acciones guerrilleras contra el régimen multirracial rodesiano. Con la excepción de la capital, Salisbury, y Bulawayo, virtualmente todas las ciudades del país están ya bajo el control militar.A comienzos de semana el propio primer ministro reconoció que el Ejército rodesiano no está ya en condiciones de ganar la guerra contra el Frente Patriótico. En un discurso en Umtali, lan Smith precisó el jueves a sus simpatizantes, qué deben ir haciéndose a la idea de que, en el mejor de los casos, Rodesia sólo puede esperar el apoyo del «mundo libre» después de las elecciones de abril. «Creer que a estas alturas podemos vencer a los terroristas es sólo un. sueño. La situación militar muestra que no hay ninguna otra alternativa fuera del entendimiento con los dirigentes nacionalistas internos.» Smith sugirio que tras los comicios, de los que saldrá un Gobierno «birracial de unidad nacional», el nuevo régimen obtendría el apoyo de «nuestros aliados conservadores occidentales».
El próximo día 30, el electorado blanco se pronunciará en referéndum sobre la aprobación de la nueva Constitución bajo cuyos auspicios han de celebrarse las elecciones destinadas a dar el poder a la mayoría negra. Dos partidos a la derecha del que dirige el señor Smith, Acción, Rodesiana y Movimiento Rodesiano, hacen campaña para persuadir a los votantes de que opten por el «no» y se decidan por un plan para federar el país sobre bases étnicas y tribales.
El señor Smith, sin embargo, ha maniobrado durante los últimos meses para que el poder de la mayoría negra sea solamente una frase. De acuerdo con la Constitución, publicada la semana pasada, en forma de libro rojo, la minoría blanca retendrá, en gran medida, la dirección de los mecanismos esenciales del futuro país, «Zimbabwe-Rodesia». Los seguidores más atentos del proceso político rodesiano convienen en que lan Smith y su partido -el Frente Rodesiano, que ahora controla los cincuenta escaños blancos del Parlamento de Salisbury- ganarán el referéndum, y con él la posibilidad de organizar a su conveniencia las problemáticas elecciones por sufragio universal. Los tres colegas negros del señor Smith en el Gobierno transicional no han sido capaces hasta ahora de llenar el vacio político en que se mueve el nacionalismo interior.
Para la minoría blanca la cuestión clave es cómo llegar hasta la fecha elegida para la convocatoria a las urnas, 20 de abril, mientras crece y se multiplica la acción guerrillera.
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