El Gobierno no negociará con ETA ni concederá amnistías

El Gobierno no piensa conceder ninguna amnistía ni negociar con ETA, y estima que las medidas legales actualmente a su alcance son más eficaces en la lucha contra el terrorismo que los antiguos estados de excepción, desterrados de la normativa legal española a raíz de la publicación de la Constitución. Así lo afirmó el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, en las palabras que pronunció a las doce, y veinte de la noche de ayer ante las cámaras de Televisión Española.

El señor Martín Villa inició su intervención expresando, en nombre del Gobierno «y creo que en el de la totalidad de los españoles», el pésame a la gran familia militar por la muerte del general gobernador militar de Madrid, «que nos llena de luto y de rabia». «Se puede asegurar -dijo el ministro- que se trata de otro vulgar y siniestro asesinato de la organización, asesina, siniestra y terrorista, ETA». Y agregó: «Con la frialdad de las cifras, hay que recordar los 137 asesinatos de ETA que provocaron 58 civiles muertos, 37 guardias civiles, trece miembros del Cuerpo General de Policía, quince policías armados, seis policías municipales y ocho militares. »

«Es necesario que los españoles conozcan qué es lo que hacen e¡ Gobierno y las fuerzas de seguridad del Estado para combatir a ETA -prosiguió- En el día de hoy se han adoptado las necesarias medidas de control, que han podido ser tomadas con rapidez gracias al plan elaborado por el Estado Mayor de la Policía Armada y de la Guardia Civil para presupuestos como éstos, tanto en Madrid como en las grandes áreas metropolitanas y los sectores más conflictivos.»

Medios con los que se cuenta

«¿Qué estamos haciendo?, ¿con qué medios contamos? -añadió el señor Martín Villa-. Contamos con los medios con que cuentan otros Estados que se mueven en nuestra órbita democrática y que tienen que hacer frente también al terrorismo. En el seno de las medidas propuestas por el Gobierno y aprobadas por las Cortes podemos realizar detenciones por más de 72 horas, observaciones de correspondencia y de comunicaciones telefónicas; podemos incomunicar a los detenidos, entrar en determinados domicilios sin previa orden judicial ... Todas y cada una de estas medidas que utilizan otros Gobiernos, otros Estados, las que es tamos utilizando nosotros, sin inhibiciones.»El ministro del Interior afirmó que algunas personas podían preguntarse si no sería oportuno decretar un estado de excepción. «Eran posibles antes de la Constitución -dijo el ministro-, pero no ahora; y, por otra parte, las medidas que acabo de enumerar ofrecen mayores ventajas y posibilidades que los estados de excepción. Aquéllos sólo ofrecían por contra la posibilidad de la censura previa y de limitar la libertad de movimientos. El estado de excepción es constitucionalmente imposible y policialmente ineficaz.» Señaló el señor Martín Villa que los estados de excepción comportan actuacio nes indiscriminadas contra parte o la totalidad del territorio nacional y que la actuación policial debe ir exclusivamente contra los terroristas.

«Las medidas que hemos tomado, y de las cuales tendré oportunidad de informar, como es preceptivo, al Parlamento, han dado resultados importantes en el campo de la actuación contra ETA: cerca de un centenar de detenidos», dijo más adelante el ministro del Interior. Recordó igualmente que se habían producido críticas contra su decisión, tomada conjuntamente con el ministro de Justicia, de trasladar fuera del País Vasco a estos detenidos. «Lo hicimos -explicó- porque teníamos información confidencial, pero cierta, sobre posibles atentados o incluso asaltos a las cárceles en las que se encontraban».

Añadió que tanto él como el ministro de Justicia se responsabilizaban de esta decisión ante el Parlamento y ante el poder judicial. «Aquí no hay otra soberanía que la del pueblo español, que está representado en las Cortes y sólo ante él y por el poder judicial respondemos.»

Recordó el señor Martín Villa que se ha modificado el Código Penal en materia de terrorismo a fin de aislarlo de cualquier connotación política, y que existía cooperación internacional para combatir el terrorismo. Afirmó también que el Gobierno mantenía su exigencia a los Estados vecinos para que no se aplique la categoría de refugiado político a los españoles que huyen de la acción policial en nuestro país, «porque esa categoría no es de recibo en relación con un Estado como el nuestro en el que circulan las libertades».

El ministro del Interior, que durante toda su intervención ante las cámaras se mantuvo sereno y tranquilo, dijo que quizá habría que completar las medidas con que ya cuenta el Estado para combatir el terrorismo con otras que garanticen enjuiciamientos rápidos, con las debidas garantías, ya que es necesario la aplicación ejemplar de la justicia. «Si fuera necesario -añadió-, propondríamos estas medidas, pero creemos que la ley Antiterrorista ofrece suficientes seguridades a este respecto.»

Medidas políticas

La segunda parte de su discurso se centró, fundamentalmente, en el examen de la situación en el País Vasco. «Lo que sucede afecta a todos los españoles -dijo-, pero, sobre todo, a los españoles vascos.» Señaló que son absolutamente necesarias las medidas políticas, «medidas cuyo marco es la Constitución y su expresión los estatutos de autonomía. Pero -prosiguió-, si queremos que este marco dé su fruto, deberemos continuar sin descanso, sin bajar la guardia, con las medidas policiales.»«No nos enganemos -añadió el señor Martín Villa- Es necesario distinguir entre los problemas de la autonomía del pueblo vasco y el terrorismo. Yo admito las virtudes fundamentales de este pueblo, a sus trabajadores, a sus empresarios, a sus deportistas... El pueblo vasco, lo doy por seguro, desea la paz entre todos los españoles.» El ministro recordó unas palabras del señor Leizaola (presidente del Gobierno vasco en el exilio) en las que hizo un llamamiento al pueblo vasco para que trabajara por la paz. «Quienes dicen trabajar por el pueblo -añadió- deben empezar por respetar sus deseos: la inmensa mayoría de Euskadi quiere que se acabe con el terrorismo, y hemos de acabar con él.»

Rodolfo Martín Villa dijo que esta lucha debe llevarse a cabo sin ambigüedades y que todos tenemos responsabilidad en ella: «O se está con la policía y con la Guardia Civil, o se está con el terrorismo -afirmó-. Sólo los terroristas no son capaces de condenar el terrorismo. Que quede claro que quien mata, quien roba y atraca es la ETA. Es ETA la culpable de lo que ocurre en el País Vasco, no reconocerlo es una complicidad culpable.»

El ministro del Interior insistió en que el Gobierno fortalecerá las fuerzas de seguridad del Estado y actuará también con medidas políticas que permitan el reconocimiento de las peculiaridades de los distintos pueblos de España, «porque peculiaridades tiene el pueblo vasco, pero también otros pueblos de nuestro país ».

Tras señalar que el Gobierno no negociará con ETA, «porque las manos del Gobierno no pueden mancharse con la sangre de los asesinos de ETA», el señor Martín Villa hizo un llamamiento para aunar fuerzas para acabar con ETA, «porque o nosotros acabamos con ETA o ETA acaba con nosotros, y muy especialmente con las libertades tan trabajosamente conseguidas».

El ministro del Interior afirmó tajantemente que había algo políticamente innegociable: la unidad de España, fundamento de la Constitución. «Por eso, las acciones de ETA van cada día más contra los Ejércitos, que son quienes tienen encomendada especialmente la misión de guardar algo sagrado: la unidad de la patria.» El señor Martín Villa rindió homenaje a todos los españoles que han caído en la lucha contra el terrorismo y «muy especialmente a los soldados que han sido, son y serán los defensores de la Constitución y de la unidad de España».