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Galicia, punto negro en la ruta del petróleo

La desgracia se ha vuelto a cebar en las costas de Galicia una vez más. No hace aún dos meses que EL PAIS publicaba un resumen de un estudio realizado por el Instituto Español de Oceanografía (número del 5 de noviembre de 1978), en el que se advertía del peligro que corrían las costas gallegas, en cuyas proximidades circulan petroleros con un cargamento total diario de cerca de ocho millones de barriles de petróleo, aproximadamente 1.500.000 toneladas. Anualmente pasan por el oeste de la península Ibérica, en dirección a diversos puertos europeos, más de 19.000 petroleros, muchos de los cuales, haciendo caso omiso de las normas internacionales y aprovechando la falta de control, limpian ilegalmente sus depósitos y arrojan al mar aproximadamente un 3% de la carga de crudo que transportan, en forma de residuos.Las costas gallegas y el canal de la Mancha son zonas de un importante tráfico marítimo y por lo tanto lugares donde las desgracias irreparables se producen con excesiva facilidad.

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El 18 de marzo de 1967 el petrolero liberiano Torre Cannyon encalló y se partió en dos, a la entrada del canal de la Mancha Derramó al mar más de la mitad de las 110.000 toneladas de petróleo que transportaba, provocando una «marea negra» de más de 250 kilómetros cuadrados.

En 1970 dos petroleros, el Pacific Glory y el Allegrio chocaron también en la zona del canal, en las proximidades de la británica isla de Wight.

En ese mismo año el petrolero noruego Polycomander, cargado con 90.000 Tm. de crudo chocó contra las rocas de la isla Norte del archipiélago de las Cíes, a la entrada de la ría de Vigo, en donde vertió más de la mitad de su carga que afectó a todas las rías bajas.

El 12 de mayo de 1976 el petrolero español Urquiola, que transportaba 108.000 Tm. de crudo, encalló misteriosamente al hacer su entrada en la bahía de La Coruña. Fue remolcado hacia el interior de la ría y allí estalló. Se tendieron unas 50.000 Tm. de petróleo, que causaron irreparables pérdidas, y ardió el resto. Su capitán, Francisco Rodríguez Castelo pereció en el accidente, cuya causa fue un error de casi diecinueve metros en las cartas oficiales de navegación, que las autoridades corrigieron más tarde.

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En marzo de 1978 el petrolero Amoco-Cádiz, que transportaba unas 230.000 Tm. de crudo, encalló sobre una barrera de, rocas frente a las costas de la Bretaña francesa y se partió en dos. Produjo una «marea negra» de más de 2.000 kilómetros cuadrados que asoló las costas francesas. A raíz de este accidente parecía que la comunidad internacional iba a tomar medidas eficaces para erradicar definitivamente estos costosos desastres ecológicos.

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