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La izquierda italiana rechaza un discurso del Papa sobre la objeción de conciencia ante el aborto

Juan Arias

El discurso del Papa a los médicos católicos italianos en el cual les exhortaba a acogerse a la libertad de conciencia contra el aborto ha creado mucha preocupación en los ambientes laicos de Roma.

Juan Pablo II había pronunciado este discurso el jueves pasado después de que el cardenal Benelli, arzobispo de Florencia, hubiera lanzado el día de Navidad una homilía contra la ley italiana que permite el aborto en ciertas circunstancias. Benelli había exhortado a los católicos a exterminarla, «con todos los medios que la Constitución pone a disposición de los ciudadanos». Evidentemente se trató de una petición de referéndum, como lo interpretó toda la prensa, el discurso de Benelli, que se fue a pasar la Nochebuena con un grupo de jóvenes madres solteras, había sido calificado como una llamada a esa cruzada contra el aborto que ya tantos grupos católicos integristas habían empezado a organizar.El discurso del Papa, que era más difuso porque no pedía el referéndum, ha preocupado a las fuerzas laicas por el tono con el cual defiende a los médicos católicos italianos que se acogen a la objeción de conciencia para no practicar el aborto.

El Papa, escribió ayer L'Unita, órgano oficial del Partido Comunista, «ha delineado un estado de la objeción de conciencia en Italia dramático, inquietante, con una serie de palabras ("halagos, presiones, amenazas, violencias físicas, pesadas discriminaciones") que a un observador ignorante le dibuja una situación insostenible para quienes permanecen coherentes a los principios cristianos. ¿Pero es ésta la realidad italiana? La respuesta tajante no puede ser otra que no.»

Muy severo también es el juicio de los socialistas sobre el discurso del Papa Wojtyla. El presidente de los diputados del partido declaró ayer textualmente: «Se trata de un acto que debe ser definido como una ingerencia indebida en las libres decisiones de nuestro Estado.» Después de haber recordado que la ley ha respetado la conciencia de los médicos católicos, concluyó diciendo: «Estamos convencidos de que intervenciones como la del Papa no contribuyen a consolidar el clima de confianza recíproca que en los últimos años había dado resultados positivos. »

Por su parte, los republicanos con una declaración del senador Giovanni Spadolini, uno de los mayores expertos en problemas de relaciones Iglesia-Estado, han afirmado que el cuadro apocalíptico trazado por el Papa sobre la situación de los médicos católicos italianos con episodios incluso de «persecución física», no sólo no responde a la realidad, sino que deforma la verdadera historia de esta famosa objeción de conciencia, la cual ha sido aplicada tan al pie de la letra que casi se han «paralizado en este campo los hospitales italianos». Por su parte, el diputado Fortuna, que fue el paladín de intrusión del Papa polaco contra la ley italiana sobre el aborto: «Es necesario volver a lanzar la batalla laica», y anuncia para mitad de enero la lucha de todas las fuerzas laicas para solicitar la abrogación del concordato.

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