_
_
_
_
_

Una inesperada exigencia soviética impidió la firma del acuerdo SALT II

Funcionarios del Gobierno norteamericano acaban de revelar que una exigencia soviética de último momento para que Estados Unidos suspendiera el desarrollo de misiles avanzados Cruise constituyó un factor determinante del fracaso parcial registrado durante las últimas conversaciones para la conclusión de un nuevo acuerdo sobre limitación de armas estratégicas (SALT II), la semana pasada, en Ginebra.Los funcionarios precisaron que el «contenido de fondo» de las propuestas de la URSS no representó una «sorpresa» para el secretario de Estado, Cyrus Vance, durante su entrevista en la ciudad suiza con Andrei Gromiko, ministro de Asuntos Exteriores de la URSS. «No se trataba de nada nuevo -explicaron-. Lo que sí supuso una sorpresa fue la imposibilidad de resolver el problema, frente al planteamiento soviético.»

De acuerdo con la versión norteamericana, en la última fase de las conversaciones de tres días, Gromiko propuso que se acordara la prohibición de desarrollar misiles Cruise con cabezas nucleares múltiples y que se limitara la actividad de los aviones sin piloto de reconocimiento aéreo de Estados Unidos, dirigidos por control remoto. Evidentemente sorprendidos por la iniciativa soviética, los técnicos que acompañaban a Vance le dijeron entonces que esos temas debían ser examinados antes de que se firmase el nuevo tratado.

Nueva «cumbre» en febrero

Según los portavoces de Washington, Gromiko ejerció «fuertes presiones» en las áreas más avanzadas de la tecnología militar norteamericana, como la de los misiles con ojivas múltiples y el de los aviones de reconocimiento sin piloto. Un miembro del Departamento de Defensa señaló que una de las razones que pueden haber inducido a Gromiko a plantear la cuestión surgiría del hecho de que en recientes pruebas efectuadas por Estados Unidos, varios aparatos de reconocimiento a control remoto transportaron bombas atómicas convencionales. Otros especialistas indicaron también que las «presiones» soviéticas respondieron al reciente establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Las mismas fuentes informaron que pese a estas «sorpresas», Vance y Gromiko consiguieron progresos apreciables en otros capítulos de las negociaciones, sobre todo el del sistema de control para el bombardero soviético Backfire. Anticiparon, además, que confían en la realización de una nueva cumbre soviético-norte americana para concluir definitivamente un tratado SALT II a comienzos o mediados de febrero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_