Los daños del alcohol y el tabaco en España

El alcohol ocasiona en España, según declaraciones del ministro de Sanidad, 10.000 muertes al año. El entorno social, anuncios y bares, no es precisamente el más favorable para privarse de una copa; parece ser que en Madrid, sólo entre Atocha y Antón Martín, hay más bares que en todo el territorio noruego.España es el tercer consumidor mundial de alcohol, con catorce litros por habitante y año. El 64,4 % de los españoles ingiere una cantidad que produce una alcoholemia superior al 0,8 %, tope de la ingestión no perturbadora del comportamiento humano. En los alcohólicos se llega a reducir un tercio el peso del cerebro, con graves perturbaciones en la percepción y en las reacciones familiares y sociales. La incidencia del alcohol en las embarazadas es importante, ya que destroza las células nerviosas del feto. Las alcohólicas engendran con frecuencia hijos subnormales o ciegos.

Está previsto que en 1980 el alcoholismo será la tercera causa de mortalidad. Este año han muerto en España por este motivo 1.600 personas en accidentes de tráfico, trescientas en accidente laboral, 3.750 por cirrosis y 360 por suicidio. Hay dos millones y medio de españoles alcohólicos; 850.000 personas enfermas y 36.000 heridos por efectos del alcohol. El costo social de todo esto es de 20.000 millones de pesetas al año. El absentismo laboral ha alcanzado los 730 millones de horas.

El tabaco produce también en España unas 10.000 muertes al año. Según el último Congreso Internacional del Cáncer, celebrado el mes de octubre en Buenos Aires, fumar tabaco supone una probabilidad entre veinte de morir de cáncer de pulmón; algo así como jugar a la ruleta rusa. El tabaco propicia otras enfermedades: bronquitis crónica, infarto de miocardio, cáncer de laringe, úlcera de estómago y duodeno, cáncer de vejiga, hipertensión, cáncer bucal y de esófago.

Las lesiones cardiovasculares son dos veces más frecuentes entre fumadores. También se doblan en las fumadoras las probabilidades de aborto, de parto de feto muerto o de muerte en los primeros días de vida. Los niños de padres fumadores son los mejores clientes de los puericultores: en ellos se dobla la incidencia de enfermedades respiratorias y el número de operaciones de vegetaciones y amígdalas.