"Argala" fue enterrado en su pueblo natal
José Miguel Beñarán, Argala, fue enterrado el domingo en su localidad natural de Arrigorriaga. Severos controles policíacos situados a la entrada del pueblo impidieron el acceso al mismo de las numerosas personas que se habían desplazado desde distintas zonas del País Vasco para asistir a la despedida del ex dirigente de ETA.La prohibición gubernativa impidió, por otra parte, que el funeral, anunciado para la una del mediodía, pudiera celebrarse en la plaza del pueblo. Hacia esa hora hizo su aparición un helicóptero de la Guardia Civil, que estuvo sobrevolando la zona durante el tiempo de duración de los actos fúnebres.
La ceremonia se celebró en la iglesia parroquial. Siete personas portando ramos de flores, en representación de las siete regiones históricas vascas, se situaron inmediatamente detrás del féretro, que aparecía cubierto con una ikurriña y el emblema de la coordinadora abertzale KAS.
Tras el funeral, el cadáver fue trasladado al cementerio de la localidad, al que sólo unas quince personas, pertenecientes a la familia, tuvieron acceso. La pequeña comitiva iba seguida a cierta distancia por algunos números de la Guardia Civil. El pueblo aparecía desierto y tan sólo las patrullas de Policía Armada y Guardia Civil, por una parte, y los bocinazos rítmicos de los automóviles concentrados a la entrada del pueblo, por otra, rompieron periódicamente el silencio.
Muchos de los que habían visto frustrado su intento de llegar a Arrigorriaga dieron marcha atrás y se manifestaron, a partir de la una y media del mediodía, en la vecina localidad de Basauri.
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