El Papa no podrá viajar a México más que como "un turista de honor"

Juan Pablo II irá a México, sin una invitación oficial del Gobierno de aquel país. Interrogada por EL PAIS la embajada, de México en Roma, ha informado que el Papa irá con su pasaporte y con un visado de cortesía. Oficialmenteno podrá recibirlo el presidente, pero en realidad estará presente en el aeropuerto.

Algunos observadores habían escrito ayer que el hecho de que la Santa Sede no haya aún anunciado el día exacto y la duración de la permanencia del Pontífice en México se debía a las dificultades que hasta el mornento habían existido con las autoridades de aquel país, que no mantiene relaciones diplomáticas con el Vaticano.Interrogado por EL PAIS el director de la sala de prensa. del Vaticano, monseñor Panciroli, afirmó que se trataba de artículos periodísticos y que aparte de las palabras pronunciadas por el Papa en su discurso a los cardenales, en el cual anunció oficialmente su próximo viaje a América Latina, los servicios de prensa de la Santa Sede «no podían añadir ni una sola palabra».

La embajada de México ase-guró en su conversación con EL PAIS que el Papa será recibido con gran entusiasmo, tanto por parte de la población como por las autoridades.

De todos modos, el hecli o importante es que por vez primera un Papa pone pie en un país ¡lo corno jefe de Estado, sino como turisla de honor, sin poder recibir los honores civiles y nillitares debidos a un jefe de Estado, corno sucedió en todos los viajes de Pablo VI en torno al mundo.

Lit prensa de la capital destacó ayer con gran relieve este primer viaje intercontinental del Papa polaco. La prensa litica subraya que este viaje será el «bautismo de fuego» del nuevo Papa.

Se preguntan algunos observadores si el «Interés programático» de este Pontífice por la defensa de los derechos humanos lo llevará a enarbolar la bandera de estos de rechos como Un «disidente del Este» o si dará más bien a su iniciativa un horizonte universal.

Esto ocurre porque el papa Wojtyla deberá defender estos derechos humanos no antejerarcas ateos o cornunistas, sino más bien ante jefes de Estado que se profesan católicos, pero de quienes se dice que no respetan muchos de estos derechos. Va a un continente en el cual precisamente muchos obispos han denunciado la falta de respeto de los derechos humanos de gobernantes católicos y en donde sacerdotes y seolares católicos han sido persquidos, torturados desaparecidos por obra no de regímenes marxistas, sino de regímnenes quese profesan fieles a la cátedra de San Pedro.

Santificar a Juan XXIII

Que un Papa que ha empezado a hacer una constante de su pontificado de esta defensa de los «Oprimidos por sus ideas» vaya a un continente como Latinoamérica, en un momento de tanta tensión política y social, dice lit prensa italiana, es un acto de auténtico coraje y también un iesi indiscutible sobre lo que será el nuevo pontificado. Será, dijo un experto, la primera encíclica del papa Wojtyla.

Mientras tanto corre la noticia en Roma que Juan Pablo II piensa «hacer santo» muy pronto a Juan XXIII. Aunque la gente ya lo ha canonizado, existía la dificultad propuesta por Pablo VI de no hacerlo santo sin que sini u Itit neani ente se canonizase a Pío XII. Durante el Concilio hubo una tentativa de carionizarlo por aclamación. Pablo VI no lo consideró oportuno. Al parecer, Wojtyla fue uno de los obispos que eran favorables a la canonización por aclamación. Por eso, se dice que ahora podría hacerlo él directamente, sin dernasiadas burocracias.