Rumanía propone crear una zona desmilitarizada en Europa central

Rumania propuso el viernes la creación de una zona desmilitarizada en Europa central que sirva de tampón entre el Pacto de Varsovia y la OTAN, y propugnó además la reducción de los gastos militares.Estas dos proposiciones están contenidas en el llamamiento dirigido el viernes por la Asamblea General de Rumania a todos los parlamentos y Gobiernos del mundo. El llamamiento fue hecho público ayer coincidiendo con la conmemoración del sexagésimo aniversario del Estado rumano.

Aunque la propuesta no especifica taxativamente las regiones del mundo en que deberían ser aplicadas estas sugerencias, se ha sobreentendido claramente que se refieren a Europa central, la zona de mayor concentración de armamento y efectivos militares del mundo. La actitud del Parlamento rumano ha sido considerada como un claro y decidido apoyo al presidente Nicolae Ceaucescu en su polémica con la URSS para no incrementar los gastos militares como el Pacto de Varsovia solicitó hace un mes.

La propuesta rumana considera igualmente que la congelación de los gastos de defensa de los efectivos militares y del armamento en los niveles de 1978 facilitaría la elaboración de programas de desarme a largo plazo. El Parlamento rumano estima, al igual que lo hizo Ceaucescu en Moscú, hace un mes, que «la situación mundial actual no apunta hacia una confrontación militar inevitable».

Asimismo, los rumanos reiteraron sus anteriores intenciones de llevar a cabo todos los esfuerzos posibles para llegar a «la supresión simultánea de los dos bloques militares, OTAN y Pacto de Varsovia». Todas las medidas para frenar la carrera armamentística son posibles y necesarias según los rumanos, que estiman que hay que preparar el camino para un mundo sin armas y sin guerras.

Aunque las propuestas rumanas no son susceptibles de ser aceptadas ni por la OTAN ni por el Pacto de Varsovia, los expertos estiman que Washington sigue con gran atención la evolución en Rumania y que no dejará de estimular su distanciamiento de Moscú.

La posición de Rumania fue ratificada por el delegado dé este país a la conferencia ideológica de Sofía, hace dos semanas, y fue calificada posteriormente por los medios de información soviéticos y de los demás países socialistas europeos como de «nota por lo menos discordante».

Algunos observadores han sugerido la posibilidad de que la URSS pudiera intentar otra intervención directa en Rumania, pero esta hipótesis ha sido descartada por los especialistas, que consideran que la Unión Soviética no está en condiciones de soportar el peso de una responsabilidad dé este tipo, sobre todo si se tiene en cuenta sus propias dificultades y el evidente respaldo generalizado al presidente Ceaucescu, en Rumania. No se descarta, sin embargo, por estos mismos observadores, la posibilidad de que Moscú intente un cambio por arriba, y se señala para ello la influencia de los servicios especiales soviéticos entre la seguridad rumana.