Estados Unidos establece relaciones con China Popular
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la República Popular China era el tema esperado de un mensaje televisado que el presidente norteamericano, Jimmy Carter, se disponía a dirigir a primeras horas de hoy.A las diez de la noche, hora española, el presidente pidió sorprendentemente un espacio para las tres de la madrugada, hora norteamericana, para dirigirse a la nación por las tres cadenas nacionales de televisión a la hora y en el día de más audiencia.
Dos horas antes de la intervención, la cadena de televisión NBC aseguraba que Carter anunciaría el intercambio de embajadores con China y la próxima visita del presidente chino, Hua Kuo-feng, a Washington y posteriormente la de Carter a Pekín.
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Relaciones diplomáticas Washington-Pekín
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Estados Unidos mantendrá una delegación económica y cultural en Formosa después de cerrar la actual embajada y retirará de la isla a los mil soldados estadounidenses que permanecen allí. China se habría comprometido, por su parte, a no invadir Formosa.
El embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrynin, fue convocado a la Casa Blanca ayer por la tarde y se entrevistó con el consejero especial para Asuntos de Seguridad, Zbigniew Brzezinski. Esta visita podría haber tenido como motivo el deseo de Washington de informar previamente a los soviéticos de su intención de normalizar relaciones diplomáticas con Pekín.
Los intercambios económicos y culturales entre Washington y Pekín se han incrementado notablemente en los últimos años, y el secretario de Energía, James Schlesinger, realizó una larga gira por la kepública Popular China hace unos meses. El problema principal que impedía la normalización diplomática entre Estados Unidos y China era el «status» de la isla de Formosa (Taiwán), último reducto de los nacionalistas, que siempre fueron apoyados por Washington.
Al principio se pensó que la presencia de Jimmy Carter ante las cámaras de las tres grandes cadenas nacionales de televisión podría estar motivada por la situación en Oriente Próximo, tras el rechazo israelí del plan de paz egipcio-norteamericano.
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