Irán, en el abismo

«( ... ) La ley marcial, la masacre del viernes negro, en septiembre, después el Gobierno militar del general Azhari, seguidos de nuevos baños de sangre, no han podido desarmar la oposición religiosa y política. Ni la política de liberalización controlada, bajo la protección de los tanques, ni la lucha contra la corrupción han convencido a la población. Sin embargo, sería ilusorio creer que el sha, sacando las conclusiones de su fracaso, aceptará abandonar el poder. El soberano dispone todavía de cartas no despreciables. Cuenta aún con el apoyo de Estados Unidos, que expresó su satisfacción por la ausencia de violencia durante los dos días de manifestaciones, y manifestaron el deseo y la esperanza de que pueda mantener su autoridad y conservar el control del país. Goza, sobre todo, del apoyo de los militares, que pese a los llamamientos reiterados del ayatollah Jomeini, permanecen fieles a un régimen que los ha colmado de beneficios. ( ... )Este esquema teórico choca con las realidades. La calle ha plebiscitado al irreductible patriarca en el exilio de Neamhle Le Chateau. Los representantes de la oposición moderada, que dudaban todavía y habrían podido apoyar una solución de transición, han dado marcha atrás. ( ... )»

, 13 diciembre