El texto prevé la posible incorporación de Navarra

La articulación de cada provincia en los órganos autonómicos a nivel de Euskadi, la fórmula para la incorporación de Navarra y la hacienda autonómica son, al parecer, los temas más conflictivos surgidos en los debates de la ponencia redactora del Estatuto vasco, que prosiguió ayer sus trabajos en la Diputación de Vizcaya. De seguir el ritmo actual, los ponentes esperan tener el texto listo para última hora del jueves día 7.La cuestión del ámbito de aplicación del Estatuto ha quedado resuelta mediante la introducción de un artículo, el número dos, que establece «el derecho imprescindible de los territorios históricos de Vizcaya, Alava, Guipúzcoa y Navarra a formar parte del ente autonómico vasco». Un segundo apartado del mismo artículo precisa que la incorporación efectiva de cada uno de esos territorios al ente autonómico será «libremente decidida por la población de los territorios afectados». La fórmula elegida tiene, a juicio de algunos ponentes, la ventaja de separar el hecho histórico y sociológico de la entidad de Euskadi, de la concreción política de ese hecho.

Esto permitiría la eventual incorporación de territorios que en un primer momento no formasen parte del ente autonómico, sin tener que modificar para ello el articulado del Estatuto. Por otra parte, da satisfacción, desde el punto de vista ideológico, a los sectores abertzales que exigían el reconocimiento expreso de la euskaldinidad de Navarra para considerar aceptable el Estatuto. Mientras que la segunda parte del artículo determina claramente que no podrá producirse la incorporación política de un territorio sin la aceptación previa de la población de ese territorio.

Otra cuestión polémica -determinada también, en el fondo, por el tema de Navarra- es la de la estructuración confederal interna del País Vasco. Un criterio confederal estricto -igual para la participación de cada provincia en el Parlamento vasco- favorecería en un cierto sentido la incorporación de Navarra, que vería así mejor garantizadas sus peculiaridades. Pero otros ponentes estiman que eso quitaría credibilidad a un poder vasco concretado en un Gobierno y una Administración suficientemente eficaz.

La preocupación por el tema navarro está más que justificada teniendo en cuenta que sondeos recientes indican una creciente polarización del pueblo navarro en torno al tema. Al parecer, apenas hay ciudadanos que no saben, no contestan, repartiéndose el resto prácticamente al 50% entre los que se pronuncian resueltamente a favor y decididamente en contra de la incorporación de Navarra a Euskadi. Fuentes navarras consultadas por EL PAIS han mostrado su preocupación, por otra parte, ante lo que califican de «hábil maniobra de las fuerzas de la derecha centralista», que estaría forzando a la Administración a realizar ciertas concesiones a la Diputación de Navarra para acreditar la imagen de ésta como un organismo más eficaz para los intereses concretos de los navarros que cualquier estructura a nivel de todo Euskadi.

Pero hay otro factor que, junto al de Navarra, está determinando todo el trabajo de la ponencia: las previsiones que cada partido hace de los resultados electorales que pueda alcanzar en las distintas provincias. Así, parece claro que un sistema confederal estricto favorecería hoy al PSOE respecto al PNV, dado que las provincias en que este último partido es mayoritario -Vizcaya y Guipúzcoa- están mucho más pobladas que las otras dos (en una proporción próxima al triple). Este hecho está favoreciendo, al parecer, el acercamiento del Partido Socialista -partidario, en principio, de sistemas de representación en base a criterios de proporcionalidad estricta- a las posiciones nacionalistas, tradicionalmente basadas en la representación igualitaria.

La impresión en medios próximos a la ponencia es que el acuerdo entre el PNV y PSOE -que tiene entre ambos mayoría absoluta en la comisión de redacción- se producirá hoy sobre la base de concesiones mutuas en el tema de los conciertos económicos, por una parte, y las juntas generales, por otra.