La oposición clandestina intensifica sus críticas contra el régimen argelino
Ante el recrudecimiento de las críticas formuladas contra el régimen argelino por partidos y movimientos de la oposición a Bumedian radicados en el extranjero, la prensa oficial argelina inició ayer una campaña contra éstos, afirmando que los proyectos de modificar la revolución argelina «están condenados al fracaso».Una organización clandestina autodenominada Unión Nacional para la Libertad y la Democracia (UNLD) distribuyó un documento anónimo en el que se declara en favor de un cambio político «para edificar una Argelia realmente democrática».
Una parte del equipo de especialistas médicos norteamericanos ha regresado a Estados Unidos en unión de uno de los dos scaner o tomodensitómetros, que permitieron detectar la presencia de dos coágulos en el cerebro de Bumedian. El presidente argelino sigue en coma y sin variación notable.
Mientras se prolonga la enfermedad de Bumedian, surgieron ya los primeros síntomas de la existencia de ciertos grupos de la oposición, sin que se sepa bien si es una operación orquestada desde el exterior o si responde a un afán de protagonismo político de las fuerzas que critican la gestión del presidente argelino y su línea socialista.
El diario oficial en lengua árabe Ech Chaab fue ayer el primero en referirse públicamente a la oposición, en un virulento editorial en el que considera «ingenuos» a quienes «piensan que Argelia va a cambiar totalmente de rostro». Según el articulista, «la realidad revolucionaria no será escamoteada ni ignorada», y todos los proyectos hechos en el exterior «fracasarán sin la menor duda».
Los observadores han retenido el citado artículo que contrasta con el silencio y el despecho olímpico con el que aquí se ha tratado a los grupos y grupúsculos de la oposición, dirigidos por antiguas personalidades políticas que han dejado de tener audiencia, por lo menos entre la gran masa de jóvenes que forma la mayoría de la población argelina.
A pesar de ello, este puede ser un síntoma peligroso si se prolongara por mucho tiempo el actual vacío de poder. El Consejo de la Revolución dirige colectivamente el país, pero no ha estimado necesario otorgar poderes discrecionales a una sola persona, lo que además no correspondería a la letra de la propia Constitución argelina.
En París, los grupos encabezados por dos jefes históricos del FLN, Mohamed Budiaf y Ait Ahmed, han distribuido varios llamamientos en favor de un rápido vuelco político. Pero ambos líderes, que formaron parte del primer Gobierno provisional de la república argelina, en 1958, perdieron contacto con la realidad de este país, marcada por trece años de dirigismo, tras el «reajuste histórico» de 1965.
Los comunistas del Partido de la Vanguardia Socialista, aunque en una clandestinidad teórica, apoyan implícitamente al régimen actual y no puede hablarse de ellos en términos de oposición organizada. Otra formación izquierdista, el Partido de la Revolución Socialista, se mantiene, por el momento, a la expectativa.
En cuanto a los autores del llamado Documento del 9 de Marzo de 1976, contra Bumedian, Ferhat Abbas, Benyucef Benkheda, Hocine Lahoued y Mohamed Kherreidine, todos ellos dirigentes de la primera hora de la insurrección argelina contra Francia, tienen una edad avanzada y a lo sumo podrían considerarse posibles mentores en potencia de una corriente conservadora.
La hasta aquí fantomática UNLD se refiere precisamente al grupo de Ferhat Abbas en el comunicado distribuido anoche por manos anónimas en algunas zonas de Argel, y tras señalar que los argelinos «deben ser conscientes del peligro que les amenaza» formula un tímido llamamiento «a los hombres válidos del Consejo de la Revolución para que concreten los ideales de libertad y democracia».
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