Jomeiny llama a la violencia contra el sha de Irán

La nueva exhortación a la violencia contra el régimen del sha de Irán formulada a mediados de esta semana en París por el ayatollah Jomeiny sembró la consternación en los medios oficiales y extranjeros de la capital iraní, que temen un baño de sangre.En su llamamiento, que ha circulado ampliamente por todas las ciudades de Irán, Jomeiny exhorta a los fieles chiitas a «sacrificar su sangre para defender al Islam y derrocar al tirano y sus parásitos». Pueblo de Irán, expresa textualmente la nota, «sacrifica tu sangre para defender al Islam y derrocar al tirano y sus parásitos. No pagues tributos. El árbol de la opresión será talado. Estos son días críticos para el Islam. Vosotros debéis recordarlos por vuestros sacrificios.»

Son numerosos los ayatollahs de Irán que no parecen dispuestos a secundar este llamamiento, como Abdullah Shirazi, ayatollah de la ciudad santa de Mashad. No obstante, y a pesar de la moderación que tratan de imponer los ayatollahs locales, es indudable que Jomeiny es quien cuenta con mayor apoyo entre la población y parece fuera de duda que sus inflamados llamamientos a la violencia serán seguidos.

La mayor parte de las embajadas extranjeras acreditadas en Teherán tienen dispuestos planes de emergencia para evacuar a sus nacionales, aunque quizá los más directamente amenazados son los ciudadanos británicos y norteamericanos. Ni los franceses ni sus intereses en Irán han sufrido la menor inquietud, algo que se atribuye a la hospitalidad aunque a regañadientes que ofrece el Gobierno francés a Jomeiny.

La decisión del Gobierno militar de prohibir las exteriorizaciones públicas de duelo en este mes de luto, comenzado ayer, puede agravar notablemente la situación.

Ayer, la zona este de Teherán fue escenario de intensos tiroteos, al anochecer, cuando millares de personas salieron a las calles desafiando el toque de queda impuesto en vísperas del comienzo de los ritos fúnebres chiitas.

Los gritos de «Allah-o Akbar» (Dios es grande) se repetían en todas las calles de la capital. En diversos lugares se produjeron tiroteos, confundiéndose el tableteo de las ametralladoras con disparos de fusil. «El vecindario está saliendo a las calles y enfrentándose a los tiroteos, al parecer. »

Asimismo inmediatamente después de que los soldados tratasen de dispersar manifestaciones de protesta contra el sha, en las ciudades de Zanjan y Bushehr, se produjeron choques armados.

Al anochecer, el Ejército había sacado de nuevo los tanques a las calles de Teherán.