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Se celebró el primer homenaje a Rafael Cansinos-Assens

La viuda y los hijos, en situación precaria

Se ha celebrado en Madrid -el pasado miércoles- el primer acto-homenaje al escritor Rafael Cansinos-Assens, con la creación de una Asociación de Amigos de Cansinos-Assens, cuya presidencia de honor vitalicia fue ofrecida a su hijo Rafael.

En la tertulia literaria que, bajo la jefatura de Antonio Ferres, se celebra cada miércoles en la Hemeroteca, se reunieron hasta un centenar de escritores, la mayoría jóvenes, representantes de las más diversas tendencias de las letras españolas, que firmaron un manifiesto en el que enarbolaban -en palabras de Eduardo Haro Ibars-, la figura de Cansinos como representante de la situación de los escritores españoles, de su olvido sistemático y hasta de sus infracondiciones de vida. «Estoy muy de acuerdo con que la recuperación de mi padre signifique para muchos escritores una bandera -dijo a EL PAIS Rafael Cansinos-Assens Galán- porque conozco la situación del escritor y del traductor en España, no sólo desde el desamparo en que quedamos nosotros cuando él murió, sino por otros escritores que veo cada día. Me parece denigrante la ley del libro, me parece denigrante el comportamiento de muchos editores, me parece denigrante el tratamiento a las traducciones.»En el primer manifiesto de la asociación fundada el miércoles -firmado por Francisco Umbral, Fernando Savater, Ramón Hernández, Andrés Sorel, Marcos Barnatán, Lourdes Ortiz, Antonio Ferres, Germán Sánchez Espeso, entre otros muchos, asistentes o no al acto- se planteaban como primer paso, y «ante el cúmulo de injusticias representadas en esta situación y que de un modo u otro afectan a todos los trabajadores de la cultura», las siguientes medidas: La reedición acelerada de la obra completa de Rafael Cansinos-Assens, «para permitir a los jóvenes recuperar sus señas de identidad cultural, escamoteadas por el oscurantismo de estos últimos años», la devolución a sus herederos de los derechos de propiedad intelectual sobre las obras originales y traducidas por el escritor, que aún se siguen editando, y la petición a «los organismos competentes -Ministerio de Cultura, Asociación de la Prensa- de una pensión vitalicia suficiente a la viuda de Cansinos, en concepto de reparación por la injusticia cometida durante años hacia el escritor».

Una situación difícil

La biografía de Rafael Cansinos-Assens, a la que se alude en el manifiesto, revela un hombre y un escritor muy particular. Dentro de cuatro años se celebrará el centenario de su nacimiento en Sevilla, ciudad que abandonaría muy joven para residir en Madrid, de donde no volvió a salir más. Autor de más de cuarenta traducciones -entre las que están los autores cumbre de la novela rusa, Las mil y una noche, Goethe y Balzac-, conocedor de casi todas las lenguas vivas y de las clásicas, así como del árabe y el hebreo, dedicó su vida a la escritura y a la animación cultural. Fue autor de numerosas novelas, ensayos que tocaban desde temas religiosos y morales a otros que, más o menos circunstanciales, estudiaban la literatura o las raíces culturales españolas. Publicó poesía y prologó sinnúmero de libros, potenció movimientos de vanguardia, como el ultraísmo, y las revistas en que estos movimientos encontraban su eje de lanzamiento.La guerra civil actuó sobre este escritor singular -políglota que nunca vio el mar, persona de encuentro de oriente y occidente, personaje igualmente apasionado en el cuidado del lenguaje elitista y contestatario de las vanguardias poéticas, que de la expresión más popular, la del flamenco- de manera especialmente sórdida. Un diario, comenzado con rara intuición el 18 de julio de 1936, podría esclarecer esta visión si no fuera bastante esclarecedor el hecho de que está escrito en clave babélica: cada frase en una lengua, y en ésta, intercaladas palabras de otras... Hasta su muerte en 1964, este hombre de extraña juventud, de fortaleza física increíble, a quien Jorge Luis Borges reclama como su maestro, sigue escribiendo literatura de creación, que ya no publicará, y se gana la vida con sus traducciones y los trabajos editoriales -enciclopedias, historias del arte- para una importante editorial madrileña. En los últimos años de su vida, desaparecidas ya su madre y sus hermanas, casó con Braulia Galán, de la que tuvo dos hijos. «Apenas recuerdo a mi padre -dice a EL PAIS Rafael Cansinos-Assens Galán- porque murió siendo yo muy pequeño. Conservo imágenes, que es la forma del recuerdo en la infancia, y he aprendido a quererle como escritor. Por su literatura, que admiro y respeto profundamente.»

Represión

La situación de la familia de Cansinos-Assens, tras su muerte, ha sido dura y precaria: «Arias Navarro -dice Rafael- nos lo negó todo, pese a la intervención de Ramón Oteo Sanz y del entonces cónsul de Colombia, Agustín Garavilla. La casa en la que vivíamos fue expropiada y nosotros desahuciados. La policía nos echó a la calle y, en cambio, nos ofrecieron una especie de chabola en Moratalaz... Como aquel sitio era inhabitable, tuvimos que vender los objetos de valor que nos quedaban. Así hemos sufrido la pérdida irreparable de la biblioteca de mi padre, de los muebles, etcétera, para poder comprarnos el piso en que vivimos. Nunca, sin embargo -sigue Cansinos-Assens- nos quisimos deshacer de su obra inédita, de sus manuscritos, que son muy numerosos y de todos los géneros: hay poesía, novelas, incluso traducciones... Yo intento recuperar su obra editada, pero es muy difícil y muy caro.»Algunas personas se han interesado por la obra de Cansinos, especialmente por sus inéditos: «Sí, además de Juan Manuel Bonet y Jesús Munárriz, recuerdo ahora a Francisco Fuente, que ha hecho una tesis doctoral sobre la obra de Cansinos, y que, con cierta ayuda mía, estudió y ordenó los inéditos. El director de la tesis, el señor Yndurain, se interesó mucho entonces por aquellos materiales, y tengo que decir que todo el archivo de mi padre lo tengo a disposición de los investigadores que quieran usarlo.» Respecto a la posibilidad de publicar alguna obra inédita de su padre, dijo: «Hay muchos proyectos y algunas propuestas concretas.»

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