El Consejo de la Revolución, en desacuerdos sobre el nombre de su sucesor

El equipo médico que atiende al presidente Huari Bumedian "se halla decidido a proseguir sus esfuerzos" tras haberlo examinado a través del scanner un detector ultraperfeccionado, y comprobado la existencia de dos coágulos de sangre en la masa encefálica. La enfermedad del dirigente argelino es inexorable, pero los especialistas niegan que éste se encuentre muerto y afirman que el corazón da pruebas de una resistencia inesperada. Se ha confirmado que el Consejo de la Revolución no llegó todavía a ponerse de acuerdo sobre la manera de asegurar la sucesión de Bumedian, según ha podido saber EL PAIS.

El Hospital Universitario de Argel es el marco de una increíble pugna de especialistas médicos de varias nacionalidades, cuyo objetivo ya no se sabe si es prolongar la agonía de Bumedian o tratar de que pueda recuperarse lo suficiente para cumplir las atribuciones que le autoriza la Constitución y nombrar a un vicepresidente o a un jefe del Gobierno. Durante todo el día de ayer, diplomáticos y observadores aseguraban que Bumedian estaba muerto, basándose en el éxodo de los especialistas.Pero lo cierto es que si una parte de los equipos médicos han abandonado Argel, otros continúan llegando. Ayer llegaron dos especialistas norteamericanos, un cardiólogo y un especialista en reanimación. Por la tarde se supo que los médicos consiguieron vencer las reticencias de la esposa de Bumedian y lograron su autorización para trasladarle hasta la unidad móvil donde está instalado uno de los scanners traídos de Estados Unidos. Los médicos, al haber descubierto la existencia de dos coágulos en el cerebro que ocasionan el coma, no han abandonado la posibilidad de operarlo. Se sabe además que uno de los confidentes de Bumedian, el consejero Taleb Ibrahim, se halla permanentemente al lado de su lecho.

Todo da a entender que los esfuerzos médicos tratan de permitir que el presidente argelino salga del coma, por lo menos el tiempo necesario para nombrar un sustituto. Su muerte es considerada inexorable por los observadores.

El coronel Benjedid Chadly, jefe de la región militar de Orán, recibió el apoyo de los demás jefes de las fuerzas armadas para actuar como representante de estas últimas ante el Consejo de la Revolución. El apoyo del Ejército a Chadly le convierte en un personaje importante y en ciertos círculos se afirma que podría recibir la jefatura del Ejército por decisión del Consejo de la Revolución argelina.

Mientras el presidente argelino sigue luchando contra la muerte, los medios oficiales argelinos guardan un silencio total sobre su estado, según las agencias de información francesas. La venta de la prensa extranjera ha sido de nuevo prohibida, y oficialmente o se informa nada en torno a la evolución del presidente.

Las mismas fuentes francesas estiman, sin embargo, que a pesar del silencio administrativo los argelinos, que ya saben que no hay esperanza de restablecimiento para su presidente, comienzan a preguntarse abiertamente las razones de por qué se les hizo creer el pasado domingo que era posible que Bumedian se recuperase.

La televisión, desde el martes, en que el presidente entró de nuevo en coma profundo, sólo transmite los innumerables mensajes de solidaridad y de votos por la salud de Bumedian, que llegan de todas partes del mundo, a la par que informan de los innumerables mensajes recibidos de las organizaciones de masas argelinas invitando a la dirección a garantizar los logros alcanzados.

Los observadores estiman que de esta manera los dirigentes quieren significar que será mantenida la línea socialista defendida y aplicada por Bumedian y desmentir de una manera elíptica los rumores que han circulado últimamente sobre la existencia de dos líneas en el Consejo de la Revolución, una de los que desean una liberalización del régimen, y la otra de los que quieren radicalizarlo.