Bumedian puede fallecer de un momento a otro

El presidente Bumedian puede fallecer de un instante a otro, al entrar nuevamente en coma profundo y sufrir un primer colapso. Un desenlace fatal es inexorable después de saberse que está en la fase final de la «enfermedad de Waldestrom», especie de cáncer en la sangre, pese a que esto no ha sido reconocido todavía oficialmente. El líder argelino se acerca a la muerte al tiempo que se produce lo que podría ser un revés político para el Polisario, como consecuencia de la posición expresada por Gaafar el Numeiry, presidente de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en el sentido de pedir a la ONU que no examine el tema de la descolonización del Sahara occidental.

En las primeras horas del martes, Bumedian sufrió un colapso y volvió a un coma profundo. Ayer el profesor Jan Gosta Waldestrom pronunció, de forma categórica, el temido veredicto y confirmó que el presidente argelino está ya en la fase última de la enfermedad que lleva el nombre del cancerólogo sueco.Waldestrom dio a entender, antes de regresar ayer a Estocolmo, que el jefe del Estado argelino puede fallecer en las próximas 48 horas. Caso contrario, no se puede predecir la duración exacta de la fase final del síndrome: horas o meses, pero lo que está totalmente descartado es que pueda salvarse.

El Consejo de la Revolución argelino se encuentra reunido desde ayer en sesión de emergencia, aunque las gestiones ministeriales siguen su curso normal. Los altos cargos que componen la presidencia continúan siendo la correa transmisora del poder bajo la dirección del coronel Yallahum, un hombre al que se le estima capaz de jugar un protagonismo político en el futuro.

Hay muy pocas esperanzas de que Bumedian pueda recuperar la lucidez suficiente para nombrar a un sustituto, como se lo autoriza la Constitución, por lo que es indudable que los ocho componentes del Consejo procederán a un «reparto del poder» como una primera etapa para decantar la crisis interna que podría desencadenarse en su seno.

El coronel Benjedid Chadli cuenta, teóricamente, con el sostén de las fuerzas armadas, pero su avanzada edad puede ser un obstáculo a sus presuntas ambiciones. Chadli es considerado como el único hombre que, perteneciendo al Consejo, goza de una gran popularidad entre los oficiales, pero fuera del citado organismo existen también personajes, casi todos ellos históricos, que podrían por lo menos jugar el papel de mentores.

La llegada a Argel del «número dos» libio, Abdessalam Jallud, es un signo revelador del interés de Trípoli hacia los graves acontecimientos que tienen lugar en Argel. El régimen libio puede estar moviendo varios hilos, en la sombra, para facilitar la continuidad de la trayectoria política de Argelia en la que está vivamente interesado. Aquí no pasó inadvertida la reciente visita hecha a la capital libia por el coronel Bencherif, actual ministro de Hidráulica, antiguo comandante de la Gendarmería, la cual sigue siendo una fuerza militar importante e implantada en toda Argelia.

La desaparición de Bumedian puede influir poderosamente en el curso, bastante difícil, de la «dinámica de paz» en el conflicto del Sahara occidental. De ello no parece haber la menor duda. Ayer la agencia APS distribuyó un mensaje del presidente Huari Bumedian al presidente sudanés Gaafar el Numeiry, en el que se hace referencia a otro enviado por este último al grupo africano de la ONU para pedir que soliciten al organismo internacional su inhibición en el examen del tema del Sahara.

En este mensaje (que según dijo un portavoz de la cancillería argelina a EL PAIS «data de varios días») Bumedian deplora la iniciativa del actual presidente de la OUA por estimarla «contraria alas disposiciones y resoluciones de ONU y OUA y al espíritu nuevo que hemos creado para favorecer un arreglo pacífico del conflicto».

A la hora de transmitir esta crónica la agencia argelina de prensa seguía desgranando imperturbablemente mensaje tras mensaje de preocupación por la salud de Bumedian, remitidos por personalidades de todo el mundo. A tal respecto, en la cancillería argelina no se ocultaba la «sorpresa» por el silencio total que mantienen las autoridades españolas. Los únicos mensajes de preocupación remitidos desde España son los enviados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Comisiones Obreras de Madrid. Ambos testimonios han sido recogidos destacadamente en los medios informativos de este país.