Francia venderá una central nuclear a China
El Gobierno norteamericano ha dado su visto bueno a una petición francesa para vender una central nuclear de patente estadounidense a la República Popular China, en una operación comercial que supondrá la transferencia más importante de tecnología atómica occidental al régimen de Pekín.
La planta nuclear en la que China está interesada es de agua ligera y se fabrica en Francia por la empresa Framatome, bajo licencia de la norteamericana Westinghouse. Según la ley de energía atómica norteamericanas transferencias a terceros países de tecnología estadounidense necesitan la aprobación del Gobierno de Washington.
El permiso para esta venta se concedió la semana pasada, tras un cuidadoso estudio del caso en el seno de la Administración Carter. Al parecer, y según informaciones de prensa, existen garantías suficientes de que China utilizará esta central con fines pacíficos, pero los norteamericanos querrían que en el contrato de venta se incluyera alguna cláusula por la que los franceses pudieran inspeccionar la central.
Esta operación comercial, cuyo volumen económico se desconoce, es una prueba más de los deseos de Pekín de abrirse a los mercados occidentales y de importar tecnología altamente sofisticada del bloque capitalista. La República Popular China ingresó en el «club atómico» en 1964, fecha en que hizo explosionar su primera bomba, pero ha aplicado escasamente el átomo como productor de energía eléctrica.
Recientemente, el secretario norteamericano de Energía, James Schlesinger, realizó una larga gira por China, uno de cuyos primeros resultados parece ser la autorización dada por Washington a esta transferencia de tecnología atómica.
