El aerosol provoca un alto grado de destrucción de la estratosfera

Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el aerosol destruye más la capa de ozono situada en la estratosfera que los aviones supersónicos. (El ozono es una forma de oxígeno en la que cada molécula contiene tres átomos, en circunstancias que el oxígeno que respiramos contiene sólo dos.) El ozono, ubicado en la estratosfera entre diez y 45 kilómetros de altura, tiene una gran importancia para la vida de nuestro planeta, al filtrar una parte importante de los rayos ultravioletas del Sol.La OMM, en su informe, advierte a las autoridades de cada país en la materia que «ciertos gases, como el clorofluorometano, utilizado en algunos sistemas de refrigeración, constituyen un peligro para la vida animal en el planeta, en la medida en que hace disminuir la capa de ozono».

Según la misma fuente, si el volumen de clorofluorometano y los productos de aerosol continúan invadiendo la estratosfera en las mismas cantidades detectadas durante el año 1977, el ozono se verá «rarificado» en un 5 % en el período de los próximos veinteaños.

La OMM rebate, asimismo, la teoría de algunos ecologistas en el sentido de que los aviones supersónicos constituyen un peligro de lo que se ha calificado como la «capa vital» de ozono en la estratosfera. Sin embargo, advierte sobre los peligrds que la nueva tecnología podrá acarrear al respecto.

Los expertos de la Organización Meteorológica Mundial estiman que la reducción del 15 % de la cantidad de ozono significaría un aumento del 30 % de la penetración de los rayos ultravíoletas en el planeta Tierra, sobre cuyas consecuencias biológicas la OMM advierte que no se pronuncia científicamente, por no ser eso materia de su incumbencia.

Finalmente, en lo que concierne a los efectos climáticos, se prevé en el informe que una disminución del 15 % de la cantidad global de ozono significaría una baja de diez grados centígrados en la temperatura de la estratosfera, pero la OMM señala que no es posible, en razón de la complejidad de la interacción de la estratosfera y la atmósfera, «prever exactamente cuál sería la magnitud de las consecuencias de esas modificaciones sobre el clima de la Tierra».