Ha muerto el pintor italiano Giorgio de Chirico
Giorgio de Chirico murió en Roma a las once y media de la noche del lunes pasado. La muerte se produjo en la clínica Mater Dei, por colapso cardiocirculatorio. El pintor, que había cumplido noventa años el pasado 10 de julio, sufría desde hace dos años trastornos cardíacos renales.
Su muerte no causó sorpresa, porque ya en los últimos tiempos su salud era muy grave, pero la noticia ha ocupado las primeras páginas de todos los medios informativos italianos, dedicando al gran artista un gran despliegue bibliográfico y con análisis sobre el largo itinerario de un pintor que, aunque nació en Grecia, Italia lo considera hijo suyo por haber nacido de padres italianos, su padre era un ingeniero de ferrocarriles y su madre una noble, y, sobre todo, porque fue en Italia donde surgió la dimensión metafísica de su arte. De Chirico fue ayer definido por críticos italianos como un «potencial de energía creativa que señaló como ningún otro el destino del arte en Europa». Se pone también de relieve a la hora de su muerte que fue el «pintor más clasificado del siglo», porque era «el más famoso».
Desaparece un artista único
Los funerales del artista tendrán lugar esta mañana, a las once y media, en Roma, en la iglesia de San Andrés. Se tiene en Italia la sensación, sobre todo en el mundo del arte, que ha desaparecido un artista único, que «había revelado en sus cuadros los dramas escondidos de la conciencia». Y también que como pocos otros artistas De Chirico «ha sido un signo de nuestro tiempo, casi un retrato, con todas sus contradicciones y sus deseos» Según el crítico Ponente, De Chirico «luchó siempre para sustituir lo viejo con lo nuevo, lo ordinario con lo extraordinario ».
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