El escritor Jorge Edwards explica su regreso a Chile

«Regreso porque Chile es mi país, porque siempre ha sido mi tema como escritor, porque creo que todos los que puedan regresar deben hacerlo y porque creo que desde allí puedo ayudar mejor a salir de la situación de regresión cultural existente», declaró a EL PAÍS el escritor y ex diplomático chileno Jorge Edwards, quien en los próximos días pondrá fin a un exilio que se inició con la dictadura militar y que ha transcurrido en Barcelona.«Al haberse tranquilizado algo los aspectos financieros de la economía hay ahora en Chile -afirmó- ciertos márgenes de libertad. Ello es así no porque el Gobierno los haya concedido graciosamente, sino porque el país tiene una tradición liberal. Hay actualmente, por ejemplo, una cierta libertad en la prensa chilena, que sería comparable con la propia de los últimos años del franquismo.»

«Hay que distinguir -manifestó Edwards- entre un sistema totalitario, un sistema autoritario y un sistema democrático. El propio del Chile actual es un sistema autoritario. No es un fascismo ni tampoco, desde luego, una democracia, sino un sistema autoritario que tiene ciertos rasgos muy propios del franquismo, del cual creo que han sido tomados deliberadamente.»

Jorge Edwards opina que su regreso no será objeto de críticas por parte de sus compañeros de exilio. «En general, los chilenos entienden mi regreso, como ya han hecho incluso destacados políticos, como Bernardo Leighton. Algunos chilenos me han dicho que con mi regreso contribuyo a abrir un camino. Recientemente, esposas de importantes dirigentes políticos de la Unidad Popular -las de Clodomiro Almeyda y Sergio Insulza, entre otras- estuvieron en Chile para intentar conseguir el retorno de sus esposos al país. Quienes quizá no comprenderán esta actitud serán los exiliados de otros países, como Argentina, quienes están afectados por otra situación distinta. El caso de Chile tiene un mayor parecido con lo que sucedió y está sucediendo en Brasil.»

«Considero que, dentro de ciertos límites -agregó-, ahora se puede vivir en Chile como escritor. El pasado mes de agosto fue autorizada la venta, sin corte alguno, de dos libros míos -Desde la cola del dragón y Persona non grata- que habían sido prohibidos por la censura. Los artículos que he publicado en España en este último año han sido también publicados en Chile.»