E. Múgica: «Un mes muy difícil»

«-¿En el País Vasco también piensan conseguir lo que se proponen?-Creo que allí también vamos a ganar. Pero lo que vamos a pedir muy de verdad en el País Vasco es que no se hagan trampas. Yo estoy seguro de que el País Vasco va a aceptar la Constitución después del referéndum, y si digo lo de las trampas es porque lo que no se puede hacer es influir para que el ciudadano se abstenga de ir a las urnas, con lo que naturalmente parecería que la abstención es mucho mayor de lo que en realidad es. Si el PNV es leal y consecuente con una expresión democrática deberá propugnar la abstención con el voto en blanco, pero no que se abstemian de votar, porque así se sabrá qué porcentaje equivale a la abstención política y cuál a la abstención natural. Es decir, que se pueda separar el voto político de la abstención, podríamos decir, corriente.

-¿Hasta qué punto le preocupa el terrorismo en este momento y lo que pueda hacer en esta fase previa al referéndum para entorpecerlo?

-Eso es precisamente lo que más me preocupa ahora: el terrorismo. Creo que una vez aprobada la Constitución por las dos Cámaras, los terroristas de todos los sectores van a tratar de perturbar el proceso democrático e infundir el miedo en el público. Y en este caso, lo mismo me da los extremistas de izquierdas que de derechas. Hay un talante dogmático, retorcido, alucinado en ellos, y ese talante totalitario no se diferencia en sus objetivos de interceptar la Constitución e impedir el avance democrático. Porque con la Constitución habrá una ley de leyes, una norma suprema frente a cualquier situación de caos que es lo que el terrorismo pretende.

-¿Usted cree que la fórmula, como se ha dicho, sería aislar la opinión pública de ETA?

-Yo no creo que en este momento la opinión pública apoye a ETA sino que hay Sectores pequeños que actúan, y que son más estrepitosos que los sectores responsables. El terrorismo crea un clima de miedo y de pasividad, y los sectores minoritarios llenan ese hueco con sus fórmulas estrepitosas y nosotros tenemos que convencerles de que la democracia y los derechos humanos acabarán por imponerse a las vociferaciones. La libertad verdaderamente asumida ha terminado por imponerse siempre a las minorías liberticidas. Tengo la certeza de que la tensión va a remitir en el País Vasco y que todos vamos a salir reforzados. El PNV sabe que tiene que trabajar dentro del marco de la Constitución y que todas sus aspiraciones puede alcanzarlas dentro del título VIII de la misma.

-¿Y después de este difícil mes ve usted un horizonte despejado?

-Este período hasta el referéndum va a ser como el paso de «El cabo de las Tormentas», pero luego se abrirá una situación nueva y de calma. De todas formas, el panorama lo veo con nubarrones porque no sólo está el terrorismo, sino la crisis económica.

-Pero el Gobierno está haciendo todo lo posible por resolverlo, ¿no?

-El Gobierno se está revelando ahora como lo que es. Mientras duró el consenso se tapaban sus errores, pero cuando debe apoyarse en sus propias fuerzas y abordar la situación vemos la torpeza con que actúa. Este Gobierno no sabe gobernar porque nunca ha gobernado.»

7 noviembre