Aplazamiento de la firma del acuerdo sobre expedientes de crisis en Madrid

La existencia de pactos entre patronales y sindicatos, en el ámbito provincial de Madrid, desvelada por EL PAIS el pasado domingo, ha provocado situaciones incómodas en la Administración y en las propias organizaciones que participan en los mismos. La respuesta inmediata ha sido el aplazamiento de la firma del acuerdo sobre expedientes de crisis, prevista en principio para el lunes último, una nota de UGT, CCOO y la CEIM (CEOE), en la que se quiere quitar importancia a los acuerdos, y el posible relevo -según temen algunas fuentes- del delegado provincial de Trabajo.

Las negociaciones, que han sido propiciadas por el gobernador civil de Madrid, habían permanecido acalladas en su verdadera dimensión y de ellas únicamente habían trascendido aspectos parciales. La existencia de un acuerdo concreto y muy novedoso e importante (véase el texto en EL PAIS del 29 de octubre), sobre regulación de expedientes de crisis, así como la fijación de un programa de negociaciones (paro, convenios colectivos, conflictividad y huelga, y relaciones sindicatos-Administración) y su organización formal (presidencia a cargo del gobernador civil, delegado de Trabajo, jefe de la Inspección y participación de secretarios generales de centrales y patronales) configuran un verdadero pacto socioeconómico.

Supeditación a acuerdos estatales

Naturalmente que este pacto, y esa es la intencionalidad de las negociaciones, se supeditará al que en su día -hasta ahora sólo hay unas jornadas de reflexión convocadas por Abril Martorell para hacer balance de los resultados de 1978 y unas declaraciones del vicepresidente ante el Congreso- se pueda lograr a nivel nacional. Precisamente el incremento de los expedientes de crisis (se estiman en unos 1.400 en lo que va de año en Madrid), la negociación pendiente de convenios que afectan a cientos de miles de trabajadores, el paro, y sobre todo, la falta de un marco general de relaciones industriales y la demora en unos acuerdos que sustituyan a los pactos de la Moncloa, extremos que podrían generar una conflictividad que tendría su reflejo en la calle y en el orden público, han movido al gobernador civil, al delegado de Trabajo y a los responsables madrileños de CCOO, UGT, CSUT, SU, USO, CEOE, Cepyme y COPYME a participar en la negociación de estos acuerdos.La publicación de estos encuentros, la difusión de su alcance real, puede significar incomprensiblemente problemas para los responsables que han participado en ellas y la congelación de los mismos (el acuerdo sobre expedientes de crisis debería haber sido publicado ya por el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, tal como estaba previsto). De alguna manera todos, los participantes (el delegado de Trabajo, el inspector de Trabajo Marcos Peña, los secretarios provinciales de los distintos sindicatos y patronales), podrían haber enmendado la plana a sus respectivos superiores y eso en política suele traer problemas. Jesús Prieto, el secretario general de UGT-Madrid, reconocía en conversación con este diario la verosimilitud de la información que sobre el tema dábamos el domingo, pero añadía -en su pretensión de restarle importancia- que no se trataba de pactos socio- económicos ya que no se había hablado de topes salariales. Efectivamente, no se ha hablado de topes salariales; pero sí de indemnizaciones en los distintos supuestos de expedientes de crisis o regulación de empleo, incluso fijando salvaguardas (avales bancarios, hipoteca de bienes inmuebles, entre otras). En cualquier caso, es comprensible los efectos que habrá tenido, para los militantes ugetistas el saber que se han logrado acuerdos, aunque sea en Madrid, o para los de CCOO, cuya ejecutiva nacional sigue exigiendo la presencia de partidos en las negociaciones.

En este sentido habría que entender las precisiones de CEIM, CCOO y UGT, que ayer remitieron a este periódico y que reproducimos íntegramente:

-«Las reuniones que se están celebrando a petición del gobernador civil, fueron concebidas como un puro intercambio de puntos de vista para llegar a una posible unificación de criterios que permita abordar con éxito, en su momento, la problemática laboral de la provincia.»

-«Hasta el momento, las conversaciones siguen pero sin haberse alcanzado ningún tipo de acuerdo vinculante para las partes.»

-«La CEIM, CCOO y UGT se han manifestado siempre dispuestas a todo tipo de diálogo y cambios de impresiones y así han actuado como territoriales en el ámbito de su provincia. Pero en ningún momento han abandonado, el criterio de que los acuerdos en el mundo laboral deben lograrse a nivel nacional y por tanto con carácter vinculante para las partes en todo el país.»