Grave contaminacion causada por las industrias de la cuenca del Ruhr alemana
«La bomba de relojería de la química está a punto de explotar.» Con estas palabras el subsecretario del Ministerio del Interior de la República Federal de Alemania ha anunciado la culminación de un proyecto de ley para controlar enérgicamente el efecto contaminador de las empresas del ramo, dentro y fuera de las naves de producción. El subsecretario, Guenter Hartkopf, ha anticipado que el Gobierno decidirá en enero sobre un sistema de lucha directa contra los peligros de este sector.En apoyo de la posición del Gobierno, el señor Hartkopf ha citado varias investigaciones que no admiten réplica. Tres productos -diclorometiletano, vinilclorhídrico y asbesto- han producido sin ningún lugar a dudas enfermedades tumorales y la muerte a un elevado número de trabajadores.
El primer producto citado sólo se manipula, al parecer, en una pequeña sección de una gran empresa química cuyo nombre no se ha citado. Desde 1969 se han registrado, sólo en esta sección, más de quince muertes por cáncer bronquial. Es decir, han muerto más de la mitad de la plantilla de treinta personas empleadas en esta sección. Respecto al vinilclorhídriíco, que se utiliza para la fabricación de ciertas materias sintéticas, se ha comprobado, a raíz de experiencias iniciadas al principio de esta década, que produce un tumor hepático (hemangiosarcoma) en quienes están dedicados a su procesamiento. El ministerio alemán ha registrado cien casos de muerte por esta causa. «Todos estos casos se hubieran podido evitar si antes se hubiese experimentado con animales», ha dicho el subsecretario del Interior. En cuanto al asbesto, treinta años después de la guerra, se ha observado, en Gran Bretaña principalmente, que también es causa inequívoca de tumores malignos. Concretamente es conocido como mesotheliam y clasificado como «especialmente grave».
Paralelamente, la clínica de mujeres de la Universidad de Munich ha presentado un informe en el que se concluye que las placentas de las mujeres provenientes de la cuenca del Ruhr, altamente industrializada, presentan un índice alarmante de bromo, cromo y cadmio, elementos que apenas se manifiestan en los casos de las mujeres bávaras de las aldeas alpinas e incluso de las ciudades. El cadmio es considerado la sustancia más peligrosa de cuantas enrarecen la atmósfera en las zonas más pobladas de la RFA. Para los médicos, los tres elementos determinan un proceso de deterioro progresivo en el sistema de enzimas de los recién nacidos en este país. Las anomalías que presentan los bebés de madres contaminadas se manifiestan antes y más intensamente en los casos de las mujeres residentes en el «cinturón del humo», en la cuenca del Ruhr.
El subsecretario del Interior ha denunciado la actitud de los grandes empresarios químicos en términos de gran dureza: «La industria química y quienes la financian se empeñan en mantener un criterio diferente al de los médicos, sindicatos y ciudadanos informados. Dada esta situación no queda otro recurso que elaborar un amplio catálogo de normas con el que se ponga punto final a los desarreglos actuales. Por ello es urgente que las Comunidades Europeas adopten una medida similar.» Para Hartkopf, resulta inviable una acción individualizada contra el peligro de las sustancias químicas en la empresa y en la calle, ya que cada año aparecen en el mercado del sector unas trescientas sustancias nuevas y que en estos momentos se elevan a seiscientas mil las ya conocidas.
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