La Constitución o la igualdad
Nuestro ministro de la Presidencia, s egún declaraciones hechas a La Vanguardia del día 24-9-78, ha manifestado que se está redactando una «ley de función públíca», sin privilegios.Yo quisiera llamar la atención del señor ministro y también de los grupos parlamentarios, que discutan esta ley, se tenga en cuenta, a la hora de su redacción, el derecho, no reconocido hasta ahora, de aquellos funcionarios municipales, provinciales y estatales que ejercieron cargos durante la guerra, y después por ser declarados desafectos o por ser detenidos no pudieron incorporarse a sus puestos.
Hay casos a los que se les ha rechazado el derecho de amnistía por no haber hecho oposiciones según la ley Municipal de 1935 y otras disposiciones transitorias de la dictadura. En uno de cuyos casos me encuentro. Guerra, cárcel, batallón disciplinario de soldados trabajadores penados, en total, siete años y medio.
En muchos casos las plazas de guerra fueron provistas, después de terminada, por personal totalmente nuevo y designado a dedo, afecto al «glorioso Alzamiento Nacional», plazas convalidadas por oposiciones, después de varios años de interinidad.
A los desafectos y detenidos que no nos admitieron, no nos dieron. la oportunidad de hacer tales oposiciones y estamos sin derecho alguno, y sin el derecho de amnistía por nuestra condición de «interinos». Seguimos en la calle, como en la calle nos dejaron al ganar la guerra los nacionales.
Las viudas del Ejército franquista, todas, cobran sus pensiones. Las viudas de guerra del legal Ejército republicano, no tienen ninguna pensión.
Ahora, que está en su fase final la redacción de la nueva Constitución, es hora de que se reconozcan estos derechos para que todos seamos iguales y que las nuevas leyes, que se dicten, contengan un espíritu liberal amplio y generoso, para acabar con toda clase de descriminaciones.
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