Los Ministros de Asuntos Exteriores árabes tratan de encontrar hoy una solución a la crisis libanesa

Los ministros de Asuntos Exteriores árabes se reúnen hoy en el legendario palacio de Beit Eddine, residencia veraniega de los presidentes libaneses, para intentar elaborar un plan que pueda evitar la explosiva situación de Líbano.La urgencia de esta conferencia queda enfatizada por el hecho mismo de que no puede celebrarse en Beirut, la capital, que todavía resulta peligrosa debido a los innumerables francotiradores que hacen el tránsito inseguro. Ni siquiera él palacio presidencial de Baabda, al sureste de la capital, es seguro y está muy dañado por los bombardeos y combates.

El principal punto de la agenda de los ministros del Exterior árabes será la renovación o no del mandato de la «fuerza pacificadora árabe», que debe expirar el próximo 26. Los países que asisten a la.reunión de Beft Eddine son exclusivamente aquellos que contribuyen ya sea militar o financieramente al sostenimiento de la «fuerza pácificadora», es decir, Siria, cuyos 30.000 hombres constituyen el 90% de esa fuerza; Arabia Saudita, Kuwait, los EmiratosArabes Unidos, Qatar y Sudán.

Se espera que el presidente libalnés, Elias Sarkis, a petición del cual se reúnen los ministros árabes, presente una proposición de compromiso consistente en la reconducción del mandato de dichas fuerzas, pero con una notable reducción de efectivos sirios que habrán de ser sustituidos por soldados árabes de otra nacionalidad y el propio Ejército libanés.

Este plan puede que origine protestas por parte de todos. Los partidos cristianos, cuyas milicias están enzarzadas en fieros combates con las tropas sirias, han declarado que éstas deben marcharse de Líbano y que una renovación de su mandato seria considerada por ellos como una «traición».

Los izquierdistas y los partidos musulmanes, que se han mantenido alejados del conflicto, son partidarios de la renovación del mandato delas tropas sirias, porque entienden.que ningún otro país árabe tiene fuerza suficiente para hacer frente a las milicias cristianas apoyadas por Israel, y que el Ejército libanés en los momentos actuales está a favor de las milicias cristianas y, por tanto, descalificado para esa mediación.

Siria, por su parte, tampoco está de acuerdo con ese plan intermedio de Sarkis, porque entiende que compara a las milicias cristianas con la fuerza disuasoria árabe. La fuerza árabe fue mandada por la Liga Arabe para mantener la seguridad después de la guerra civil de Líbano de 1975-1976, pero las milicias cristianas se niegan a aceptar su autoridad o a desarmarse como se les pide.

Sin embargo, y a la vista de los peligros que comporta la situación en Líbano y los riesgos de internacionalización del conflicto, se cree que se hará todo lo posible en la reunión de Beit Eddine para encontrar una solución árabe.

Si los ministros del Exterior árabes no encuentran una solución, existe el riesgo inmediato de que se reanuden los combates de artillería pesada en Beirut y las áreas aledañas. El cese al fuego.decretado en conversación entre los presidentes de Siria, Hafez el Assad, Sarkis, de Líbano, el pasado 7 de octubre, sólo ha servido para que ambas partes, milicias cristianas y tropas sirias, refuercen sus posiciones y rehagan sus suministros.

En Bagdad se anunciaba ayer también que el Gobierno iraqui ha convocado a la cumbre árabe prevista para analizar los resultados de las negociaciones de Camp David para el próximo día 2 de noviembre. En principio, los ministros de Asuntos Exteriores árabes se reunirán el 30 de octubre para preparar la cumbre, que es la segunda que se convoca con el mismo tema.

Dieciocho paises árabes han respondido favorablemente a esta convocatoria, que inicialmente es taba prevista para el 20 de este mes. La agencia iraquí de noticias informó que su aplazamiento habla sido solicitado por los participantes.

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que en los últimos meses estuvo enfrentada con Irak, decidió también rosponder favorablemente a la invitación, según declaró en Argel el representante de dicha organización.