Los partidos gijoneses contestan el traslado a Oviedo de uña sección universitaria
La junta de facultad de Filosofía y Letras acordó ratificarse en su postura de trasladar a Oviedo la División de Filosofía, Psicología y Ciencias de la Educación que ha venido funcionando durante los dos últimos cursos en Gijón en contraposición a los partidos políticos con representación parlamentaria (AP, UCD, PSOE y PCA) que en un comunicado conjunto se declararon favorables a mantener la legalidad vigente, refiriéndose a la orden ministerial que creó en Gijón esa sección dependiente de la facultad de la Universidad de Oviedo.
La guerra entre Oviedo y Gijón inunda estos días las páginas de la prensa asturiana, desde la que han sido tomadas posturas marcadamente localistas. Los periódicos gijoneses han atacado con furia el supuesto centralismo ovetense justamente cuando en esta región acaba de entrar en vigor la preautonomía.La asamblea conjunta de estudiantes y profesores de la división ha hecho público un comunicado en el que califica de falaz el argumento de los partidos de acatar la legalidad vigente, les acusa de tomar el acuerdo sin tener en cuenta a los más directamente interesados y de haber cedido ante las amenazas de la pérdida del electorado gijonés. El concejal gijonés Julio Paquet había dirigido sendos telegramas a los partidos con representación parlamentaria advirtiéndoles del rechazo que podrían encontrar en Gijón en caso de no impedir el traslado de la división. La mayoría de sus profesores y alumnos consideran un despilfarro económico la duplicidad de los servicios universitarios y argumentan que además de encontrarse en Oviedo los demás centros de la Universidad, Oviedo está situada en el centro de Asturias y resulta el lugar más accesible desde cualquier punto de la región. En su opinión no se trata de despojar a Gijón de una sección universitaria, sino que la Universidad de Oviedo fue despojada de esa sección al firmar la correspondiente orden ministerial el ministro entonces de Educación, Aurelio Menéndez (gijonés), con la que culminaba la operación iniciada por Torcuato Fernández Miranda (gijonés), desde la vicepresidencia del Gobierno, y continuada desde la presidencia del Banco de Crédito Local, entidad que concedió un crédito de 240 millones de pesetas para la adquisición de los terrenos cuando el Ayuntamiento gijonés aspiraba a conseguir un colegio universitario dependiente de la Universidad de Oviedo.
Como consecuencia de la demora en la concesión de los terrenos, Gijón perdió la oportunidad del colegio universitario. La responsabilidad corresponde en su totalidad a la actual Corporación municipal al recibir en compensación la División de Filosofía y Ciencias de la Educación. Alumnos y profesores piden ahora que el ministro de Educación se guíe por criterios estrictamente académicos a la vez que anuncian un paro de todo el distrito universitario si la sección no es llevada a Oviedo.
