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Nueva intentona occidental para resolver el problema de Namibia

Dos días antes de que el ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, se traslade a Pretoria para convencer in extremis al gobierno surafricano de que acate las determinaciones de la ONU sobre Namibia, el propio ministro ha recibido, por iniciativa propia, al jefe del partido Alianza de Turnhallen, Dirk Mudge, cuya formación cuenta con el respaldo del Gobierno surafricano.Genscher se unirá en la capital surafricana a los ministros de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Canadá, el secretario de Estado norteamericano y un representante del ministro francés de Asuntos Exteriores, que mantendrán conversaciones con el nuevo primer ministro de la Unión Surafricana, Pieter Botha. En estas conversaciones tratarán de convencer al Gobierno de Pretoria de la necesidad de un acuerdo sobre la independencia de Namibia que sea aceptado internacionalmente.

El ministerio mantiene reserva total sobre el desarrollo de la conversación mantenida con el dirigente namibio, pero sí ha trascendido que no ha sido precisamente cordial. El candidato del appartheid pasó, antes de llegar a Bonn, por el despacho del líder bávaro democristiano Franz Josef Strauss, en Munich. Strauss ha calificado de «peligrosa intromisión» el interés de los países occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU en lograr un aplazamiento de las elecciones en Namibia hasta lograr un clima de verdadera libertad para todos los partidos que deseen concurrir a los comicios que abran la puerta de la independencia a Namibia.

La fundación cristiano-social Hanns-Seidl, dependiente del partido del señor Strauss, ha elaborado un programa especial de asistencia al partido Alianza de Turnhallen, del que aún no ha traslucido ningún detalle.

La actitud definitiva del Gobierno federal frente al surafricano aún está por clarificar. Así lo revela el hecho de que la propia fracción socialdemócrata del Bundestag haya pedido ayer tarde al Gobierno que exponga claramente hasta dónde se propone llegar junto con los Gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Canadá, que se han comprometido a velar por el cumplimiento de las directrices de la ONU sobre Namibia.

Paralelamente, el Partido Liberal ha difundido una nota en la que atribuye a «ciertos diputados de la Unión Cristiano-Demócrata una dudosa complicidad con fuerzas reaccionarias de Africa que tratan de imponer el derecho del hombre blanco sobre los derechos humanos de todos los africanos»."

La Democracia Cristiana, a su vez, se ha unido a unas declaraciones del presidente de las Cámaras de Comercio alemanas, Otto-Wolf von Ammerongen, que, a su regreso de Suráfrica, ha rechazado cualquier medida restrictiva de las exportaciones alemanas al régimen de Pretoria. Según von Ammerongen, una reducción de envíos dañaría seriamente los intereses de los cuatro centenares de fábricas alemanas establecidas en el cono sur de Africa, al amparo del régimen de salarios bajos vigente respecto de la población de color.

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